Cuatro militares murieron este 5 de diciembre cuando, a través de una soga, bajaban de un helicóptero del Ejército en Cáceres, Antioquia, durante un operativo. Aunque se dijo inicialmente que el hecho se habría producido por un ataque, las FF. MM. informaron que se trató de un accidente.Preliminarmente se informó del deceso de un capitán, un sargento y un soldado, pero minutos después se confirmó el fallecimiento de otro soldado.Militares cayeron al vacíoLos uniformados, que pertenecen a la fuerza de despliegue contra amenazas transnacionales, descendían por una cuerda, maniobra que se conoce como fast rope o soga rápida, cuando ocurrió la tragedia.Al parecer, la cuerda se rompió y los miembros del Ejército se precipitaron al vacío. El general Hugo Alejandro López Barreto, jefe del Estado Mayor Conjunto de las FF. MM., Los fallecidos fueron identificados como: capitán Rafael Moncada Gómez, sargento segundo Daniel Masias Buitrago, y los soldados profesionales Jhon Stiven Mamiam Galindez y Mauricio Ipia Barrera. Otros tres militares resultaron heridos. Se desconoce cuántos efectivos se trasladaban en el helicóptero.Ningún grupo armado atacó a los militares, afirma el EjércitoInicialmente, Luis Eduardo Martínez, secretario de Seguridad de Antioquia, dijo que hubo un bombardeo a “un grupo criminal, creo que es el Clan del Golfo, y en la consolidación de la zona, cuando los hombres van a llegar en la zona, están descendiendo por soga y son atacados con fuego. De tal manera, que ahí se produce la muerte de cuatro hombres".Sin embargo, el general Fabio Leonardo Caro, comandante de la Séptima División, le aseguró a Noticias Caracol en Vivo que la muerte de los militares no tuvo que ver con un ataque armado, sino que fue "producto de un accidente, en una operación ofensiva contra el GAO Clan del Golfo, para proteger la población civil del departamento de Antioquia, del municipio de Cáceres, en la vereda Bejuquillo"."En el momento de descender, por la complejidad de la topografía, lo montañoso, se presenta este lamentable accidente donde nuestros hombres pierden la vida protegiendo al pueblo antioqueño, al pueblo colombiano", agregó el oficial.Fue enfático en decir que "en ningún momento nuestros hombres fallecen por acción directa de ningún grupo armado organizado, es producto de un accidente".Poco antes, a través de un comunicado, el Ejército informó que "en el desarrollo de operaciones ofensivas contra los grupos armados organizados que delinquen en el departamento de Antioquia, tropas de la Fuerza de Despliegue Contra Amenazas Transnacionales, que realizaban un movimiento helicoportado, enfrentaron una contingencia en el descenso de las tropas durante la inserción del personal en zona rural del municipio de Cáceres"."Este comando lamenta profundamente lo sucedido y ha ordenado de manera inmediata el desplazamiento de una comisión inspectora para verificar los hechos y dar inicio a las investigaciones correspondientes. Asimismo, un equipo interinstitucional ha sido designado para brindar acompañamiento a las familias de nuestro personal fallecido y herido", agregó.Las FF. MM. anunciaron que se abrirá una investigación para determinar cómo se produjo el accidente, que, según versiones preliminares, se habría dado por la ruptura de la cuerda por la que descendían los militares del helicóptero.El incidente se produjo dos semanas después de que guerrilleros del ELN atacaron a una tropa en el municipio de Anorí, Antioquia, que brindaban seguridad en el sector conocido como La Plancha, donde están varios de los firmantes de paz que adelantan el proceso de reincorporación.Los criminales lanzaron explosivos contra los militares, causando la muerte de cinco de ellos y heridas a otros tres, además de un civil.Por ese hecho, un teniente, un cabo primero y un sargento segundo fueron capturados, pues legalizaron coordenadas que no coincidían con la ubicación de la tropa, lo que habría sido aprovechado por la guerrilla para atacarlos.(Lea también: Capturan a tres militares por atentado del ELN en Anorí que dejó 5 uniformados muertos)Los uniformados están en manos de la justicia penal militar y deberán explicar por qué se evadieron de los puntos donde se encontraban ubicados, por qué entregaron coordenadas distintas y si tendrían algún vínculo con el ELN. Serán imputados por los delitos de falsedad ideológica en documento público y desobediencia.
Una medida cautelar ha impedido que Leiderman Ortiz Berrío asuma el cargo. Según él, se trata de un montaje de sus enemigos políticos. ¿Cuál es la realidad de este enredo judicial? Leiderman Ortiz Berrío no tiene pelos en la lengua. Sin rodeos dice que hay un montaje judicial en su contra para evitar a toda costa que se posesione como alcalde de Caucasia, en Antioquia. Según él, le están cobrando las denuncias que durante 20 años ha hecho como periodista en su periódico La verdad del pueblo. “Llevo ya 15 años con protección de la Unidad Nacional de Protección denunciando la corrupción del Bajo Cauca, especialmente de Caucasia donde hay una corrupción criminal y especialmente en 20 años de maquinarias donde han acabado políticamente y económicamente la administración, se han robado toda la plata del mundo”, asegura el comunicador. Sus revelaciones periodísticas lo han puesto en la mira de los violentos. No solo han pagado gatilleros para asesinarlo, sino que se ha salvado de milagro de varios atentados en su contra, una granada incluida. Hoy Leiderman Ortiz vive otra pesadilla: aunque fue elegido en octubre pasado como alcalde de Caucasia, el Tribunal Administrativo de Antioquia no lo ha dejado posesionar. ¿La razón? una supuesta inhabilidad. “Temo muchas cosas, porque la corrupción hace de que la justicia la engañen y yo confío en la justicia, vea como es víctima la justicia también por todo ese engaño, ese montaje que han hecho”, manifiesta Leiderman. Un enredo que empezó el 27 de noviembre de 2018. Ese día Leiderman suscribió un contrato con la Alcaldía de Caucasia por 17 millones de pesos para elaborar una cartilla institucional. Según él, apenas firmó el negocio se percató de que las cuentas no le daban y decidió romperlo. Incluso, dos días después, firmó un documento con el propio alcalde de la época para invalidar el contrato. No obstante, en noviembre de 2019, poco después de obtener los 16 mil votos que avalaron su elección, la abogada Daniela González pidió la nulidad del proceso. Como prueba aportó el contrato de 2018 firmado supuestamente por Leiderman Ortiz. El alcalde elegido dice que el contrato que llevó la demandante es falso y que suplantaron su firma. Es más, afirma que el único documento que firmó lo rompió ese mismo día de 2018 en la Alcaldía. “En ese momento, en la oficina del entonces secretario de Hacienda, se rompió el dichoso contrato de suministro y jamás podría existir una copia de ese contrato firmado por Leiderman”, denuncia el abogado Juan Camilo Bolaños, que representa al electo alcalde de Caucasia. Es más, el pasado 19 de diciembre un perito dictaminó preliminarmente que la firma del alcalde fue falsificada. Por esa razón, denunciaron penalmente esta falsedad. Leiderman está convencido de que todo es un montaje. Según él, ya no solo debe defender su vida sino su honra y está en una cruzada judicial para reivindicarla. “Hoy en día la comunidad de Caucasia está totalmente triste de lo que está pasando. Caucasia necesita un alcalde que le ponga mano firme a la seguridad y no solamente eso, sino a la corrupción”, señala el periodista. Mientras asegura que saldrá victorioso de esta batalla jurídica, recuerda sus denuncias del pasado, como cuando evidenció las movidas electorales del senador Julián Bedoya con el subdirector del Sena en Caucasia, Braulio Suárez. Fue Leiderman Ortiz el que primero recibió los audios de WhatsApp del sindicato del Sena en donde Suárez citaba a cenas clandestinas para presionar a sus subalternos y estudiantes con una cuota mínima de 30 votos para Bedoya en las elecciones de 2018. La periodista de Noticias Caracol Marcela Pulido documentó esa denuncia y mostró esa cruda radiografía de constreñimiento electoral en febrero de 2018. Hoy Julián Bedoya, a pesar de esas pruebas y de otras, sigue como congresista y Leiderman Ortiz, su entonces denunciante, por fuera de la Alcaldía de Caucasia. Un municipio en donde las mafias ya no solo asesinan sino que decapitan civiles.
Vive escoltado y en una casa blindada. Ahora planea sentar a la mesa a disidencias de las FARC, ELN, Clan del Golfo y Caparros para acabar la guerra. Una verdadera sorpresa electoral se dio en Caucasia, el más grande de los municipios del Bajo Cauca antioqueño. El periodista Leiderman Ortiz, que vive en una humilde casa del barrio Loma Fresca que ha tenido que reforzar con doble bloque de concreto y con puertas blindadas para salvarse de los atentados en su contra, venció con 16.002 votos en la contienda a José Nadín Arabia Abisaad, quien obtuvo 12.127. Es decir, logró una ventaja de 3.875 cartones a su favor en una región convulsionada por las apretadas elecciones y que ha dejado ataques a sedes oficiales en municipios vecinos como Nechí, donde el candidato ganador obtuvo 107 votos más que su competidor. O en Tarazá, donde el primero sacó 13 más que el segundo, lo que ha desatado disturbios y un atentado con una granada a la sede del virtual alcalde electo, Héctor Leonidas Giraldo. “Es una felicidad poder desmantelar la corrupción y la mafia que hay acá. El pueblo se cansó. Lo mío es un fenómeno”, dijo Leiderman en conversación con Noticias Caracol. Luego de conseguir la victoria, comenzó a recorrer los barrios donde fue apoyado, casa por casa, para agradecerles a sus votantes. Sin embargo, él cree que un factor que desequilibró la contienda a su favor fue el de las redes sociales. “Fueron muy importantes porque causó un impacto. El pueblo está contento, soy una persona diferente, nueva, no tan permeada de política”, aseguró. Y le salió al paso a las críticas que le pueda llover por haberse cobijado con el respaldo del Partido de la U, cuestionado en la región. “El partido no me va a cambiar los principios, una lucha que llevo hace 13 años desde que empezó esta guerra entre bandas criminales, la corrupción: la mayoría de las alcaldías del Bajo Cauca vienen permeadas por las AUC y las bandas criminales”, aseveró. Seguridad y empleo Sobre las propuestas que tiene para los caucasianos, señaló dos, para él, las más importantes. “Vamos a traer el ‘Ojo de Dios’, que son cámaras en todos los rincones, vamos a poner un Centro de Acción Inmediata (CAI), que no hay, y otra estación de policía en un punto estratégico. Además, mecanismos tecnológicos como los europeos y de Estados Unidos. Vamos a trabajar con inteligencia y tecnología, atacando los nidos donde están las ratas (delincuentes): Piamonte, Guarumo y Cuturú”, indicó. Pero esta no será su única estrategia de seguridad para atacar indicadores de violencia como el homicidio, que solo en 2018 dejó una cifra de 152 casos, escandalosa para un municipio de 120 mil habitantes. Es más, desde 2013 esa estadística ha sufrido variaciones que tienden al incremento: 65 en 2013; 53 en 2014; 37 en 2015; 53 en 2016; 54 en 2017, y 152 en 2018, según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. “A los alcaldes les da miedo hablar, y a mí no, voy a ser la voz de los que no tienen voz, el pueblo me da la información concreta y veraz, eso me va a ayudar mucho. Si lo hacen en otras partes del país (solucionar los problemas que aquejan a las ciudades), por qué yo no”, afirmó. Por eso se atreve a plantear posibles soluciones para el tema del desempleo, otro de los dolores de cabeza de una región cercada por el narcotráfico. “Hay más de 30 mil desempleados, somos 120 mil habitantes. Vamos a luchar trayendo inversión extranjera. Estamos hablando a ver si traemos chinos (inversores) para el cultivo de yuca amarga, para procesamiento de ganado y caña de azúcar, vamos a experimentar con eso. Si logro lo de los chinos, se pueden generar 12 mil empleos, lo que para mí sería una satisfacción muy grande”, dijo. Aunque uno de sus planes más ambiciosos es sentar en la misma mesa a las cuatro agrupaciones armadas que más daño le hacen al Bajo Cauca: ELN, Disidencias de las FARC, Los Caparros y Clan del Golfo, que negocian droga con el cartel de Sinaloa, según Leiderman. “La idea es pedir un permiso al Gobierno Nacional, para hacer un pacto, ver qué garantías les podemos dar a ellos, pero tenemos que tener permiso del Gobierno”, anunció. Sin embargo, lo más pronto es empezar a trabajar en los problemas inmediatos. Por lo que planea pernoctar tres noches en el corregimiento Cuturú. “Pienso posesionarme e ir, quedarme tres noches allá, para ver lo que está pasando. Es el corregimiento más grande e inseguro de Caucasia”, puntualizó. Lo hará con algo de tranquilidad, aunque manifestó que no puede confiarse. “Creí que mi campaña sería terrible, pero los bandidos se portaron bien, aunque no me quiero confiar”. Por eso, seguirá viviendo en su casa blindada y caminando con un escuadrón de escoltas que le han permitido salvarse en varios atentados.
Según las autoridades, al parecer, el docente de español y matemáticas aprovechaba su condición para cometer estas acciones con estudiantes de 11 y 12 años. Blas Antonio Mercado Martínez, candidato al Concejo de Caucasia, fue capturado por la Policía y el CTI de la Fiscalía porque en su contra pesa una orden judicial por acto sexual. Según las autoridades, el sindicado aprovechaba su condición de profesor para, al parecer, cometer actos sexuales con menores entre los 11 y los 12 años, que cursan los grados cuarto y quinto de primaria. Los hechos habrían ocurrido en la Institución Educativa Santo Domingo Sabio de Caucasia, en el Bajo Cauca antioqueño, donde Mercado Martínez dictaba las asignaturas de matemáticas y español. El aspirante al Concejo debe responder por el delito de actos sexuales con menor de 14 años agravado. Golpe a ’Los Caparros’ en el Bajo Cauca En otros operativos, las autoridades capturaron en Cáceres a alias ‘Soldado’ y a alias ‘El Costeño’, quienes serían integrantes de ‘Los Caparros’. 'El Soldado' tiene antecedentes por rebelión y era jefe urbano en el corregimiento de Guarumo. Al señalado criminal se le incautó un arma de fuego al momento de la detención. Por su parte, ‘El Costeño’ tenía orden de captura por el delito de concierto para delinquir y sería el presunto financiero del grupo delincuencial en Cáceres y Tarazá.