No hay cifras oficiales, pero encuestas indican que el 70% de los habitantes de este país están en contra de la dictadura, sin embargo, muchos están silenciados por miedo.
Las relaciones entre ambas partes han sido tensas en los últimos cuatro años, aunque ha habido roces en cuatro décadas, y se han agudizado tras la retención de monseñor Rolando Álvarez.
También aprehendieron a ocho religiosos a los que trasladaron de forma separada al monseñor, del que se desconoce su paradero. El Vaticano guarda silencio, lo que está provocando muchas críticas.
Analistas creen que hubo una orden de la Cancillería para que el representante del país no estuviera en su silla. Nuevo embajador se defiende y asegura que no se ha posesionado.
Los fieles piden que el papa Francisco interceda, mientras que el obispo nicaragüense Rolando Álvarez, crítico Daniel Ortega, permanece sitiado por la Policía.