El presidente afirmó que con la nueva legislación se busca, a toda costa, evitar que uniformados se involucren en violaciones de DD. HH. Quienes la critican recalcan que solo es “contentillo”.
Dice que el Gobierno no ha adoptado aún medidas para reformar la Policía ni tomado acciones para proteger a los líderes sociales, más de 500 asesinados desde 2016.
Durante la conciliación, algunos congresistas insistieron en que viola los derechos humanos, criminaliza la protesta social y trae hacinamiento carcelario.
El ministro del Interior afirmó que en ninguna parte del proyecto se hace referencia a las movilizaciones y negó que se vayan a violar los derechos humanos.
Continúa la polémica sobre la iniciativa, que fue aprobada en último debate en el Senado, en lo referente a las penas para vandalismo. Juristas creen que algunos artículos son inconstitucionales.