El informe publicado por ONUSIDA sobre el VIH, muestra que el mundo se encuentra en un momento crítico que determinará si los líderes mundiales cumplirán su compromiso de poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030.El informe “La urgencia del ahora: El sida frente a una encrucijada” recopila nuevos datos y casos prácticos que demuestran que las decisiones y las elecciones políticas que tomen los líderes mundiales en 2024 decidirán el destino de millones de vidas y si se supera o no la pandemia más mortal del mundo.Los datos del informe sobre VIHEn primer lugar, se destaca que aunque el progreso ha sido lento, se han reducido las muertes, aumentado el acceso al tratamiento y en algunas regiones han disminuido las nuevas infecciones. Sin embargo, a pesar de contar hoy con todas las herramientas para eliminar el sida como una amenaza para la salud pública, aún falta que los gobiernos se enfoquen en políticas de salud pública para abordar esta enfermedad.No obstante, un dato preocupante del informe es que, por ejemplo, en América Latina las infecciones están aumentando.En rueda de prensa se presentaron avances, por ejemplo, el acceso a medicamentos para personas que viven con VIH. Actualmente, se estima que son 30.7 millones de personas las que están en tratamiento a nivel global."Hace 9 años, solo el 47% de las personas viviendo con VIH estaban en tratamiento. Hoy, ese número ha aumentado al 77%, lo que representa un incremento del 30% en los últimos 9 años. Sin embargo, actualmente el mundo no avanza en la dirección adecuada para alcanzar el objetivo de eliminar esta problemática para 2030. A nivel global, las infecciones no están disminuyendo lo suficientemente rápido. De hecho, las nuevas infecciones han aumentado en tres regiones específicas: Oriente Medio y África del Norte, Europa Oriental y Asia Central, así como en América Latina", afirmó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.También mencionó que la falta de solidaridad entre y dentro de los países está poniendo en jaque el progreso, pero el camino que pone fin al sida "es una senda que ha sido probada y que los líderes mundiales han prometido seguir. Si los líderes cumplen su promesa de poner fin al sida, su decisión será tanto política como económica. Ahora es el momento de elegir el camino correcto". Los reportes en América Latina sobre VIHContrario a las expectativas, la epidemia en América Latina está en aumento. Además, según el informe, persisten las brechas y desigualdades.Según el informe, los retos son enormes en todo el mundo. De los 39,9 millones de personas que viven con VIH, 9.3 millones, casi una cuarta parte, no reciben tratamiento. Como consecuencia, una persona muere cada minuto por causas relacionadas con el sida. Lo que destacan los expertos El informe destaca que aunque el fin del sida está al alcance, el mundo actualmente se ha desviado del camino. Por ejemplo, en todos los rincones del mundo se está reduciendo significativamente la financiación. Precisamente, el doctor Anthony Fauci, quien fue asesor científico del presidente de los Estados Unidos, hizo un contundente llamado para que no retrocedan los esfuerzos. "Debemos hacer todo lo posible para ser escuchados y actuar de manera proactiva. El fracaso no es una opción. De hecho, debemos considerarlo inaceptable. Solo trabajando juntos podremos alcanzar nuestro objetivo común. Por mi parte, continuaré trabajando con todas mis fuerzas para asegurar que logremos poner fin a la epidemia de sida. Desde aquí, insto a todos a comprometerse a hacer lo mismo", afirmó.Las decisiones y las elecciones políticas que tomen los líderes mundiales este año decidirán el destino de millones de vidas y si se supera o no la pandemia más mortal del mundo.Según expresan en el informe, la urgencia actual radica en que las decisiones tomadas este año determinarán si se cumplirán los objetivos mundiales, si el sida dejará de ser una amenaza para la salud pública para 2030 y si se logrará construir una respuesta sostenible al VIH.Encuentre aquí el informe
Llegó diciembre y el mundo entero se viste de rojo. Esto no es precisamente en alusión a la Navidad. El rojo, que muchos llevan en un lazo sobre la solapa de su ropa, tiene un gran simbolismo: es el color de la sangre y, además, representa la valentía de quienes luchan contra el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), una enfermedad causada por el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana). El lazo rojo se convirtió en un ícono y quien lo usa muestra su apoyo y solidaridad con esta causa. Por eso, por ejemplo, edificios emblemáticos del mundo se iluminan con este color.Así que esa es la primera invitación: a vestir de rojo como señal de compromiso con esta causa. Un primer paso para combatir el estigma y a asumir decisiones claras frente a la prevención y detección temprana, como bien dice el protagonista de esta historia.En la búsqueda de un testimonio, de una voz que nos hablara del tema, tuve la fortuna de encontrar a Cristihan Ebratt. Él es un paisa, de sonrisa dulce, que no lo pensó dos veces cuando le propuse que me diera una entrevista para hablar de VIH y hacerlo desde su vivencia.Más nos demoramos en terminar la conversación por mensajes de texto, que en estar conectados en una plataforma de videollamada hablando sobre lo que ha significado para él vivir con VIH. Empezó contándome que fue hace 3 años, cuando tenía 26, que una situación de riesgo lo llevó a solicitar una prueba de VIH.La prueba literalmente le cambió la vida, porque le permitió saber rápidamente que tenía el virus. Contrario a lo que algunos hacen ante el diagnóstico, Cristihan buscó tratamiento y rápidamente logró tener todo bajo control. “Soy responsable de conocer mi estado serológico, si tú no lo has hecho, ¿qué estás esperando?”, dice con mucha convicción.Además de empezar el tratamiento, Cristihan decidió abrir su canal de YouTube. Pienso que no le pudo poner mejor nombre: VIHDA POSITIVA. Desde el primer día asume su condición y decide informar y llegar a otros con un mensaje responsable. “Siempre he creído con certeza que con educación erradicamos la desinformación y empecé con mi vago conocimiento, pero poco a poco me empiezo a formar y a aprender mucho más”, sostiene Cristihan. En los videos cuenta cómo se enteró del diagnóstico, habla de la importancia de adherirse al tratamiento para tener calidad de vida y, por supuesto, verlo sano y sonriente es inspiración para quienes lo siguen. Con sus palabras y actitud muestra claramente que en 40 años el VIH dejó de ser una sentencia de muerte. Hoy, los avances en el tratamiento permiten que vivan muchos años como pasa con otras enfermedades crónicas.Cristihan ha avanzado tanto que hoy es coordinador comunitario de proyectos de la Fundación Ancla, que trabaja por los derechos sexuales y reproductivos y en la prevención y atención integral de infecciones de transmisión sexual como el VIH. Él quiere que las personas asuman su sexualidad con responsabilidad y que quienes aún tienen un velo frente al VIH se lo quiten y conozcan su estado serológico.“La prueba de VIH está estigmatizada, no podemos asumir el tema desde la desinformación pensando que esto a mi no me va a pasar. Esto no es por preferencias sexuales, simplemente quien no se cuida sexualmente está en riesgo. ¡Punto!”, afirmó.Cristihan quiere que lo vean como 'un muchacho común y corriente', que la sociedad sepa que ahí afuera hay personas que sufren más por el rechazo y las etiquetas que por la condición. Así que nos unimos a su llamado, la ciencia ha hecho avances enormes y seguirá obteniendo logros. Somos nosotros, como sociedad, los que aun estamos 'quedados'.
Aliyoner Rodríguez fue diagnosticada con VIH hace 21 años y hace 3, cuando en Venezuela empezó la crisis humanitaria que vive actualmente, viajó a Colombia para ser atendida. Aunque fue un proceso difícil después de interponer un derecho de petición y atravesar por varios procesos por ser migrante, logró el suministro de medicamentos y atención para su salud.Actualmente ayuda a colombianos y venezolanos que adquirieron el virus y no saben qué hacer, Aliyoner le contó a Noticias Caracol Ahora, cómo ha sido su lucha contra el VIH y cuáles son las deficiencias que existen para la atención de la enfermedad en nuestro país.
En el Día mundial del VIH-sida, este joven envía un mensaje: “La prueba de VIH a tiempo hace la diferencia. Conocer un diagnóstico a tiempo permite entones acceso a medicamentos rápido, tener acceso a un equipo interdisciplinario para el acceso y generar calidad de vida”.Lo dice Cristian, quien vive con VIH hace 3 años. Una prueba después de una situación de riesgo le permite llevar una vida como cualquier otra persona de su edad.“El VIH no es una limitación en la vida de las personas y no con esto estoy diciendo inféctense. Con esto estoy diciendo que allá afuera hay personas que vivimos con diagnóstico y que hablamos desde la prevención y seguimos siendo seres humanos”, agrega el joven.Le puede interesar: Variante ómicron: piden a no vacunados evitar lugares cerradosEso sí, después del diagnóstico, el tratamiento juicioso permite que se viva como con cualquier otra enfermedad crónica. Por eso hoy, en el mundo, se pide a las personas conocer su situación porque todavía son muchos los que se enteran tarde.“Por cada persona diagnosticada, existen 5 a 10 de sus contactos que están viviendo con VIH y no lo conocen. Los invitamos a que se hagan la prueba que diagnostican esta infección”, explica Juan Carlos Cataño, infectólogo de la Universidad de Antioquia.La prueba de VIH es un derecho y puede pedirla a la EPS sin que le exijan una explicación.“Es una prueba muy sencilla. Con una muestra de sangre en un laboratorio y también pruebas rápidas, a través de las cuales, con un punzón en la punta del dedo y una gótica de sangre, podemos tener el resultado en solo 15 minutos”, explica el doctor Cataño.“No les dé pena. Conocer nuestro estado es ser responsables ante la sociedad y si es positivo tengo solución y si es negativo…a seguirnos cuidando”, dice Cristian.Hoy, en Colombia, alrededor de 123 mil personas viven con VIH y se busca que quienes aún no conocen su condición puedan acceder rápido a tratamientos integrales y por lo tanto a calidad de vida.
El aumento de muertes por sobredosis genera alerta en Estados Unidos. Es por esto que el estado de California se postula para ser el primero en pagar a las personas que se mantengan sobrias.El senador Scott Wiener, demócrata y autor del proyecto, explica que las personas ganarían incentivos o pagos con cada prueba negativa que presenten durante determinado periodo de tiempo.Este plan, llamado “gestión de contingencias”, se ha utilizado durante algunos años con veteranos de guerra para alejarlos de la cocaína y metanfetamina, pues adicciones a estas drogas no cuentan con tratamientos farmacéuticos disponibles.La propuesta Wiener pasó por el Senado sin ningún tipo de oposición y pronto pasará a la Asamblea.Multimillonario acuerdo de empresas en EE. UU. para compensar a víctimas de crisis de los opioidesSegún las cuentas llevadas hasta el momento, en caso de que se apruebe el proyecto y contando con la participación de 1.000 personas, el presupuesto para evitar sobredosis sería de 286.000 dólares (1.103.323.975 pesos colombianos).“El proyecto funciona”, aseguró Wiener, quien tomó como referencia la Fundación Contra el SIDA de San Francisco, una institución sin ánimo de lucro y que con fondos privados ha ayudado a personas en su proceso para abandonar las drogas.Un caso expuesto fue el de Tyrone Clifford, adicto a la metanfetamina, quien se inscribió al programa de 12 semanas para mantenerse sobrio.“Pensé, puedo hacerlo durante 12 semanas. Lo he hecho cuando mi comerciante está en la cárcel. Cuando termine tendré dinero para drogarme”, aseguró Clifford.Tras 12 semanas sobrio y con un total de 330 dólares como recompensa, Clifford decidió invertir el dinero en un computador y culminar sus estudios. Lleva 11 años sobrio.