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El 13 de febrero de 2024, el barrio Cristóbal Colón, en Cali, fue escenario de una tragedia estremecedora. María Victoria Loaiza, de 61 años, fue asesinada al interior de su casa por Mateo Alejandro Trullo Salas, de 26 años, una persona a quien le había arrendado una habitación solo cinco días antes para cubrir parte de los gastos de la vivienda. Su hijo, Freddy Ortiz, de 27 años y con parálisis cerebral, también fue agredido gravemente.
Mateo Trullo, quien hoy cumple su condena en la cárcel de Jamundí, Valle del Cauca, relató con frialdad cómo ocurrió el crimen. En una reciente entrevista para el pódcast ‘Más allá del silencio’, afirmó que todo empezó por una discusión en la que exigía la devolución de $300.000 pesos.
Mateo afirmó que trabajaba como barbero y aseguró que vivía solo desde los 18 años. En su búsqueda de una habitación llegó a la casa de María Victoria, quien vivía con su hijo Freddy. En un acto de confianza, la mujer decidió rentarle la pieza a Mateo.
El inquilino explicó por qué inició la disputa económica. Aunque dijo que había pagado el arriendo, le paso 200.000 mil pesos a la señora para que los guardara y también le pasó 300 mil pesos a Freddy, hijo de la víctima. No obstante, según él, alguien le estaba forzando la alcancía.
"Yo me di cuenta que la habían estado forcejeando... Yo de una caí en cuenta y dije quién se la pasa aquí todo el día... Él (Freddy) sabía que yo me iba a ir a trabajar y que él se quedaba solo en la casa y podía entrar a sacar los billetes”, relató, acusando directamente a Freddy de querer coger el dinero.
Al día siguiente del altercado, Mateo reconoció que fumó marihuana y creyó que Freddy llamó a la señora, quien regresó y le exigió que se fuera: “Ella me dijo: ‘Sabes, no lo quiero ver aquí todo el día que solo venga por la noche”.
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En ese momento, aseguró que hubo una confrontación inmediata por el dinero. "Yo le dije 'No, pero eso a mí no me sirve. Deme el resto de mi plata y me buscó una pieza”. Cuando Freddy intentó llamar a la Policía, Mateo le arrebató el celular.
Fue entonces cuando, según su propio testimonio, tomó una decisión para recuperar su dinero. Confesó haber apuñalado a María Victoria: "Le pegué tres puñaladas, una en el cuello y dos en el pecho y ya ella de una cayó".
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Dirigiéndose a Freddy, dijo: " Sí, pilla, esto es su culpa. Yo le dije que no tenía más plata y necesito sobrevivir”. Afirmó que al joven también le propinó tres puñaladas.
Al ser consultado sobre si le quitó la vida a alguien por $300.000 pesos, respondió con frialdad: "Sí, por mi plata, porque no tenía dónde más irme a vivir. No tenía quien me ayudará a pagar otra pieza".
A pesar de su confesión, Trullo sigue culpando a la víctima indirectamente. Le dejó un mensaje a Freddy: "Eso no hubiera pasado si no se hubiera puesto a meterse a mi pieza a robarme la plata de la alcancía, ni la hubiera llamado a regañarme”.
Freddy Ortiz, hijo de la víctima y sobreviviente del ataque, ofrece una versión radicalmente distinta a la de su agresor.
En primer lugar, desmintió la acusación de robo de la alcancía, asegurando: "Yo nunca entré a su habitación a cogerle nada nunca". También aclaró que su discapacidad es congénita, no resultado de un error pasado, como había especulado el agresor.
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Según Freddy, el incidente se desencadenó la noche anterior cuando Mateo le envió a su madre "unos mensajes como provocativos a mi mamá, a querer decirle que compartieran con ella, que quería fumar con ella y ella le decía que no”.
Al día siguiente, Mateo quería hablar, pero María Victoria se negó. Freddy relató que el inquilino "se le acercó a agredirla". Luego, Trullo la forzó: "Después en el segundo momento más fuerte a querer obligarla a hablar con él y ya después a acosarla, cogerla de la cintura".
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Cuando Freddy intentó defenderla, Trullo le arrebató el celular y atacó a su madre con más fuerza. María Victoria, paralizada por los nervios, no logró encerrarse en la habitación. Mateo tomó un cuchillo y empezó a apuñalar a la señora en el cuello. Freddy se lanzó para quitarle el arma, silla de ruedas incluida, pero fue lanzado hacia atrás.
En julio de 2024, en declaraciones a Séptimo Día, el joven aseguró que: “Me empezó a dar todas las puñaladas que tengo aquí, que fueron 29. Ella me alcanzó a decir: ‘Freddy, ¿estás bien?’. Le respondí: ‘Sí mami, solo que no puedo hablar’... Ahí ya empecé a perder el conocimiento”.
Desafortunadamente, María Victoria murió al instante por la gravedad de las heridas. Por su parte, Freddy tuvo que luchar por su vida. Hoy, Freddy vive las secuelas físicas, pues los daños causados le hicieron perder gran parte de su movilidad.
El equipo de Séptimo Día hizo seguimiento a la captura y posterior proceso legal de Mateo Alejandro Trullo Salas. Trullo fue atrapado por la ciudadanía cuando intentaba huir. El subintendente Byron Valenzuela, quien participó en la captura, confirmó que el agresor "en ningún momento negó lo que había hecho".
El 13 de enero de 2025, Mateo Alejandro Trullo fue condenado a 24 años de prisión por los delitos de homicidio agravado, en concurso homogéneo sucesivo, y homicidio agravado en grado de tentativa.
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No obstante, la condena generó controversia y profunda insatisfacción entre los familiares. Jennifer Ortega, abogada representante de las víctimas, reveló que Trullo obtuvo una reducción del 50% de su pena tras un preacuerdo con la Fiscalía.
La familia considera que la justicia no fue contundente. Freddy Ortiz lamentó: "24 años es muy poquito para todo lo que causó". Su tía, Evelyn Loaiza, calificó la pena como "una condena muy injusta, porque las leyes establecen que hay rebajas porque confesó el delito".
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Además de cuestionar la reducción de la pena, la abogada de las víctimas enfatizó que el delito no fue tipificado correctamente, pues para la familia se trató de un feminicidio. No obstante, el agresor cumple su condena en la cárcel de Jamundí.
*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Séptimo Día.