La captura de Carlos Andrés Rivera Ruiz, señalado por las autoridades como un presunto feminicida serial, dejó al descubierto una compleja red de engaños y suplantación de identidades que le permitió evadir la justicia durante años. Según la investigación liderada por la SIJIN y la Fiscalía, este hombre habría sembrado el terror en los municipios de Salgar, Ciudad Bolívar y Bello, en Antioquia, así como en Tabio, Cundinamarca, atacando principalmente a mujeres solas en zonas rurales utilizando objetos contundentes. Los señalamientos se dan tras al escape de una de sus víctimas en junio de 2021, quien no solo sobrevivió para identificarlo, sino que reveló cómo el sospechoso lograba camuflarse entre los trabajadores locales. Séptimo Día investigó el caso en 2024.Así cayó un presunto feminicida serialEl 2 de junio de 2021, en el municipio de Salgar, en Antioquia, se registró un incidente que cambiaría el rumbo de la investigación. Gloria Elena Mejía fue interceptada por un sujeto mientras realizaba ejercicio. Según su testimonio, el agresor la golpeó repetidamente con un palo, pero pudo escapar. "En el momento me escapé porque el hombre se cayó", relató la mujer sobre cómo logró huir de su atacante y dirigirse de inmediato a la estación de Policía.A diferencia de otros ataques donde las víctimas no lograban identificar plenamente al agresor, Gloria informó a los investigadores que ya había visto al hombre días antes trabajando en una finca cercana. Esta información permitió a la Policía realizar una inspección inmediata en el lugar de trabajo del sospechoso. El intendente William López, investigador judicial, señaló que al llegar a la finca el dueño confirmó la presencia de un trabajador con las características descritas, pero este no se presentó a laborar ese día.Fue en ese momento cuando se descubrió el principal método de evasión del presunto criminal. El sospechoso se había identificado en la finca con una cédula que no le pertenecía. Al confrontar el documento con la sobreviviente, López explicó: "La señora reconoce que no se trata de la misma entonces sabemos de unas características del agresor, pero no tenemos la plena identidad del agresor". Según esto, al parecer el hombre utilizaba identificaciones robadas de otras personas para ser contratado como recolector de café y luego desaparecer hacia otras zonas del país tras presuntamente cometer los hechos.La estrategia del presunto feminicida para pasar desapercibidoLa investigación reveló que el presunto feminicida aprovechaba la informalidad en la contratación de las zonas rurales. Utilizaba las cédulas de sus víctimas o documentos hurtados para presentarse ante sus empleadores, lo que dificultaba que las autoridades lo rastrearan mediante sistemas de datos convencionales. De acuerdo con el investigador López, el sospechoso "esta persona cometía estos hechos y cambiaba de zona, ya en la vereda no se veía, ya se iba para otras fincas", dijo.Este patrón se habría repetido años después en Tabio tras el asesinato de la comerciante Cecilia Santana en mayo de 2024. Cuando la Policía de Cundinamarca rastreó al sospechoso hasta una finca donde había comenzado a trabajar recientemente, descubrieron nuevamente que se estaba identificando con un nombre y una cédula diferentes a los reales. Al ser interceptado finalmente en un bus intermunicipal, el hombre presentó una vez más el documento que no le correspondía para intentar engañar a los uniformados.Un celular, el error digital que delató al presunto feminicidaA pesar de su habilidad para cambiar de identidad, un descuido técnico permitió a la Policía de Antioquia ponerle nombre real al rostro que las sobrevivientes habían descrito. En febrero de 2020, Luzmery Mejía, una joven de 23 años, fue asesinada en Ciudad Bolívar, Antioquia. Durante la inspección, los investigadores notaron que le habían robado su celular.Nueve meses después, el 30 de noviembre de 2020, el teléfono fue encendido en Salgar, arrojando una ubicación precisa para la SIJIN. Al rastrear el uso del dispositivo, las autoridades encontraron que el usuario le había insertado su propia tarjeta SIM. "Solicitamos información nos indican que la línea está a nombre del Señor Carlos Andrés", explicaron los investigadores al detallar cómo la consulta en la base de datos de la Registraduría arrojó finalmente la fotocédula de Carlos Andrés Rivera Ruiz. Con esta identidad, se emitió una orden de captura y se incluyó su rostro en los carteles de los más buscados, ofreciendo una recompensa de hasta $200 millones de pesos.Crímenes conectados en varios municipiosLa unificación de los casos permitió a las autoridades señalar que se trataba de un presunto feminicida serial. Las víctimas solían ser mujeres solas que caminaban por carreteras veredales o zonas boscosas en horas de la madrugada. En Salgar, además de Gloria Mejía, Diana Maribel Serna sobrevivió a un ataque brutal el mismo día que fue asesinada Luz Marina Cano Castro.En Ciudad Bolívar, el rastro de violencia incluyó los crímenes de Jennifer Alexandra Sánchez Marín, de 19 años, y María Teresa de Jesús Penagos, de 68 años.Tras desaparecer de Antioquia en 2021, Rivera Ruiz se trasladó a Cundinamarca, donde se le vincula con el feminicidio de Cecilia Santana. El uso de cámaras de seguridad en Tabio fue fundamental. En una de las grabaciones, se observó a un hombre caminando con el "pantalón oscuro o sea como si estuviese mojado" poco después de la desaparición de Santana, cuyo cuerpo fue hallado sumergido en el Río Frío.El 25 de mayo de 2024, la Policía detuvo un bus donde viajaba el sospechoso. A pesar de intentar usar nuevamente su táctica de suplantación, fue identificado y capturado. Al ser consultado por Séptimo Día, el hombre respondió desde su lugar de detención: "Si hay pruebas de que yo hice las cosas en esos momentos yo estaba entre drogas, alcohol, entre vicios". El procesado no aceptó los cargos de feminicidio agravado.
En el corazón del Magdalena Medio colombiano, el legado de las especies exóticas introducidas de manera ilegal hace cuatro décadas por las excentricidades de Pablo Escobar sigue manifestándose de formas inesperadas. Mientras la atención pública y las acciones gubernamentales se han centrado casi exclusivamente en los hipopótamos, otra especie de origen asiático logró sobrevivir, reproducirse y pasar desapercibida en los bosques y potreros de Doradal. Se trata del venado Chital, ejemplares que, por su característico pelaje con manchas blancas, han sido apodados por los lugareños como los "bambis" de la vida real.Un equipo de Los Informantes viajó hasta esa zona de Antioquia y logró registrar a los venados que Pablo Escobar trajo desde Asia y que, desde hace décadas, pastan en silencio por las selvas de la región.Los venados Chital en ColombiaLa presencia de estos animales en el ecosistema de Antioquia no es producto de una migración natural, sino de la colección privada de animales que el narcotraficante consolidó en su propiedad. David Echeverry, jefe de la oficina de gestión de la biodiversidad de Cornare, la autoridad ambiental de la región, confirmó que estos ejemplares han estado en la zona mucho más tiempo del que se pensaba. Según explicó el experto: “Los Chitales, hasta donde tenemos registros, ingresaron a ser parte de la colección de animales que había en lo que era la Hacienda Nápoles hace ya casi 40 años”.A diferencia de los hipopótamos, cuya visibilidad es alta debido a su tamaño y comportamiento, los venados Chital han mantenido un perfil bajo gracias a su naturaleza sensitiva y arisca. Sin embargo, la situación ha cambiado recientemente. Echeverry señaló que “hemos también tenido conocimiento de que los chitales han ido, digamos, encontrando un buen lugar para reproducirse y para tener en este momento algunas manadas que se pueden observar en la zona”.Las habilidades de los venados ChitalWillington Herrera, un joven vaquero que trabaja en las fincas de Doradal, ha sido uno de los testigos directos del crecimiento de esta población. Relató que, desde mediados de 2024, empezó a notar su presencia de forma cada vez más frecuente, observando manadas que superan ampliamente a los individuos aislados. Según contó, ha llegado a ver cerca de 30 venados juntos.La capacidad física de estos animales es uno de los rasgos que más sorprende a quienes habitan la zona. Herrera describió su agilidad con asombro, mencionando que pueden saltar “de 2 a 3 metros más”, y añadió con seguridad que “ese animal salta mucho”. Además, mencionó que tienen un comportamiento de alerta constante: “Ellos levantan los cuernos porque ellos escuchan, ahí es donde manifiestan y como que se guían de dónde es que viene el sonido y ahí ya ellos salen corriendo y se van”.¿Especie invasora?El parecido de estos venados con el personaje de Disney, Bambi, ha generado una percepción de ternura y docilidad entre los habitantes de Doradal. David Echeverry reconoce que el animal es “muy similar al venado que nosotros tenemos en Colombia, el Mazama, pero es un poco más grande, tiene unos cuernos mucho mayores. En estado adulto presenta unas coloraciones en la parte del lomo como unos puntos blancos, es muy parecido al que conocemos como el Bambi de las películas. Es muy similar”.No obstante, detrás de esta imagen inofensiva se esconde una problemática biológica grave. El Chital está catalogado como una especie invasora con “capacidades adaptativas poderosas”. La ONU considera a las especies invasoras como la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo.En Colombia, la preocupación radica en que estos venados asiáticos ocupen el nicho ecológico de especies nativas. Echeverry advirtió que el Chital “puede estar desplazando la anta, puede estar desplazando el chigüiro” y que su comportamiento agresivo en términos de reproducción y desplazamiento de fauna ya ha sido documentado en otros países como Hawái y Texas.Los retos para el control de esta especieA diferencia de otras especies, el manejo del venado Chital es extremadamente delicado. Un factor crítico es la miopatía por captura, una condición que puede causarles la muerte debido al estrés extremo durante un intento de manipulación física. Echeverry explicó que “es posible que les genere alguna situación estresante que les desencadene una falla cardíaca”, por lo que cualquier acción de control debe realizarse a distancia.Actualmente, las autoridades consideran la esterilización química mediante dardos disparados con rifles especiales. Sin embargo, este método enfrenta dificultades logísticas, como la imposibilidad de marcar a los animales ya tratados en libertad para evitar sobremedicarlos. Además, existe un vacío de conocimiento científico sobre la especie en el contexto colombiano: “No lo hemos estudiado nada... Básicamente un reporte de presencia, pero digamos lo que estamos haciendo ahorita es aproximarnos un poco más a conocer cómo se está comportando esta especie porque no sabemos nada”, afirmó el jefe de biodiversidad de Cornare.Percepción local y futuro del ecosistemaEn Doradal los venados son vistos por muchos como una adición positiva al paisaje. Algunos pobladores minimizan el impacto de la especie: “Eso no genera ningún tipo de peligro”, dijo Willington. Sin embargo, aunque no ataquen como los hipopótamos, su presencia altera la regeneración de los pastos y el equilibrio hídrico y vegetal de la zona.Con una tasa de natalidad cercana a una cría por año, que incluso podría ser mayor en condiciones tropicales, el tiempo se convierte en un factor determinante para evitar que la situación escale al nivel del problema que hoy representan los hipopótamos. Mientras las autoridades ambientales instalan cámaras trampa y promueven ejercicios de ciencia participativa con los pobladores para reportar avistamientos, el Magdalena Medio continúa enfrentando el desafío de manejar la presencia y expansión de esta especie exótica en Colombia.Según el Ministerio del Medio Ambiente, en Colombia existen 1907 especies exóticas entre animales y vegetales, varias de ellas potencialmente invasoras. El país está articulando un plan para poder controlarlas de aquí al 2030.*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Los Informantes.
En Colombia, el ruido ha dejado de ser una simple molestia auditiva para convertirse en uno de los principales detonantes de violencia en los vecindarios. De acuerdo con las autoridades, el 70% de las llamadas realizadas a la línea de emergencias 123 están relacionadas con quejas por contaminación auditiva, una estadística que refleja una crisis de convivencia que, en casos extremos, termina en homicidios. Uno de los relatos más graves de esta realidad es el de Gilberto de Jesús, un conductor de 48 años cuya vida fue segada en Medellín tras un reclamo por el exceso de ruido en su hogar. Séptimo Día conoció el caso.El fatal desenlace de un reclamo por ruidoEl 12 de mayo de 2024, una fecha que debía ser de celebración por el Día de la Madre, se transformó en luto para la familia de Gilberto de Jesús. El hombre, quien se desempeñaba como conductor de mula, intentaba descansar en su hogar para prepararse para un compromiso familiar al día siguiente. Sin embargo, el ruido proveniente del primer piso de la vivienda, donde tres hermanos identificados como Juan Camilo, Gian Marcos y Joan Sebastián Ossa se encontraban consumiendo licor y escuchando música a alto volumen, se lo impedía.Blanca Ramírez, esposa de la víctima, relató los momentos previos al ataque que terminó con su vida. “Estaba descansando porque el otro día íbamos a ir donde la mamá para reunirnos con ella el día de las madres”, recordó Blanca sobre la necesidad de Gilberto para buscar silencio. Ante la imposibilidad de dormir por la intensidad del sonido, el conductor decidió pedir moderación desde su balcón, lo que desencadenó una respuesta violenta por parte de los señalados agresores.Según el testimonio de Ramírez, la reacción de los vecinos fue de confrontación directa. “Entonces él se asomó por la del balcón y le dijo que le mermaran a la bulla, que él estaba descansando. Entonces lo que hicieron fue desafiarlo, que se bajara. Entonces él se bajó y no sabía pues que ahí iba a encontrar la muerte con esas personas”, afirmó la viuda. Al bajar para hablar, Gilberto fue atacado con un arma cortopunzante, recibiendo heridas de gravedad que obligaron a su traslado inmediato a un centro asistencial.La intervención policial y el proceso judicialEl exceso de ruido fue reportado a la línea de emergencias 123, lo que activó el desplazamiento de patrullas hacia el lugar de los hechos. El Subintendente Jonathan Posso Sierra, quien atendió el caso, detalló el escenario que encontraron los uniformados: “Cuando llegamos este lugar encontramos varios ciudadanos donde nos informan que tres hermanos habían tenido una riña con un señor que había sido trasladado al Hospital Pablo Tobón Uribe e ingresa con lesiones por arma cortopunzante”, señaló.A pesar de los esfuerzos médicos, Gilberto falleció en el hospital debido a la gravedad de las lesiones. La ciudadanía proporcionó información clave que permitió la captura inicial de los tres hermanos implicados. Sin embargo, el desarrollo del proceso judicial tomó un rumbo que hoy genera frustración en la familia de la víctima. “Al otro día soltaron dos y al otro lo dejaron allá”, lamentó Blanca Ramírez.Gian Marcos Ossa fue vinculado directamente al proceso penal. Séptimo Día lo buscó para conocer la versión de los hechos, pero no fue posible contactarlo. Él fue cobijado con la medida de casa por cárcel, el proceso sigue a la espera de una decisión final por parte de un juez de la República.“Por una intolerancia de gente borracha mire lo que hicieron, uno ya no puede hablar porque mire lo que pasa”, señaló la esposa del hombre asesinado.Para Blanca, la falta de empatía y la falta de herramientas con las que la ciudadanía cuenta para denunciar este tipo de situaciones impidieron que su esposo se salvara.El ruido como un problema de salud y seguridad públicaEl caso de Gilberto de Jesús no es un hecho aislado, sino parte de un fenómeno estructural en ciudades como Medellín, considerada una de las más ruidosas del país. Camilo Quintero, experto en convivencia, advierte que esta problemática está afectando gravemente la salud física y mental de los ciudadanos, provocando incluso desplazamientos de personas que no soportan el ambiente de sus barrios. “Hay muertos por el ruido”, sentenció el experto al analizar la gravedad de estos conflictos.La ciencia respalda la percepción de que el ruido altera el comportamiento humano. El médico psiquiatra Germán Enrique explica que la exposición constante a altos decibeles eleva los niveles de cortisol, generando irritabilidad y respuestas agresivas. “Incrementa el riesgo de desarrollar demencia por todas las causas, demencia de Parkinson, demencia de Alzheimer y demencia vascular”, afirmó el especialista, añadiendo que, en personas con enfermedades preexistentes, el ruido actúa como un disparador o "gatillo" que altera los signos vitales.Esta falta de control sobre las fuentes de ruido, que incluyen desde vecinos ruidosos hasta establecimientos nocturnos y vehículos modificados, ha llevado a las comunidades a un estado de agotamiento.Debilidades en la aplicación de la leyA pesar de la existencia de normativas como la Ley 2450 de 2025, conocida como la "ley antirruido", la percepción ciudadana es de abandono por parte de las instituciones. Residentes de diversos sectores aseguran que las intervenciones de la Policía suelen ser temporales y que, una vez los uniformados se retiran, el ruido regresa con la misma intensidad. “Con que aplicaran la ley realmente y no como pañitos de agua tibia que la solucionen por unas horitas, por unos minutos, por unos días”, expresó uno de los afectados por situaciones similares.El congresista Daniel Carvalho ha señalado que las normas existentes en Colombia eran históricamente "difusas, dispersas y muchas veces contradictorias", lo que impedía que alcaldes y policías tuvieran herramientas claras para actuar. Aunque la nueva legislación busca mitigar el fenómeno, expertos sugieren que el problema es también cultural y requiere de una capacidad institucional mucho mayor para su materialización.La historia de Gilberto de Jesús es un recordatorio de las consecuencias de la intolerancia. Mientras el proceso judicial avanza, la familia del hombre fallecido lidia con el vacío de una pérdida que se originó por el deseo de un trabajador de dormir en paz. “Los hizo un daño muy grande a nosotros. O sea, ya uno no puede hablar porque mire lo que pasa”, concluyó Ramírez sobre lo sucedido.*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Séptimo Día.
El 9 de julio de 2022, la vida de Hernán Castrillón, un docente pensionado, apasionado por el cine y la lectura, cambió de forma irreversible. Tras soportar durante más de dos décadas los altos niveles de ruido provenientes de la vivienda de sus vecinos, afirma que un reclamo final desencadenó una agresión física de tal magnitud que perdió casi toda la visión. El caso de Castrillón es hoy uno de los ejemplos más extremos de cómo los conflictos de convivencia por contaminación auditiva escalan hacia la violencia en Colombia.El detonante de la tragedia: una "rumba cotidiana"La historia de intolerancia comenzó mucho antes de la agresión física. Según el relato del docente, el ruido era constante y afectaba su descanso y salud mental. “Yo escucho música las 24 horas del día, pero a unos niveles tolerables y semejante escándalo que producía esta gente”, explicó Castrillón al describir la situación que vivía en su barrio en Medellín. El docente identificó a sus agresores como Luis Alberto Velázquez, un albañil de 64 años, junto a su esposa y cuñada.La noche de los hechos, el ruido comenzó temprano. Ante la falta de respuesta de las autoridades tras una llamada a la Policía a las 11:00 p.m., el hombre decidió salir a las 12:00 a.m. para documentar la situación con dos fotos, acción que enfureció a sus vecinos, quienes lo insultaron llamándolo "amargado".Las presuntas amenazas de los vecinos A pesar de que Hernán se retiró a su vivienda con la esperanza de que la fiesta terminara, el conflicto se reanudó de forma violenta a las 7:00 a.m. del día siguiente. Al abrir la puerta de su casa, Luis Alberto Velázquez irrumpió en su propiedad. Según el testimonio de la víctima, fue arrastrado por el garaje mientras escuchaba una sentencia de muerte colectiva.“Cuando yo volteé, lo primero que dijeron en coro fue, 'Te vamos a matar.' Y fue tantas tal cosa, 'Te vamos a matar.' Cuando yo traté de voltearme de frente, ahí mismo se vino Luis Alberto directamente a los ojos”, señaló sobre el momento preciso del ataque. La brutalidad de la agresión fue tal que, incluso estando en el suelo, Hernán señala que no pudo defenderse: “Yo me traté de proteger, pero uno ya en el suelo está a merced del agresor. Yo estaba en estado de indefensión prácticamente... los dos ojos los tenía perdidos”.Jorge Mario Castrillón, hermano de la víctima, fue quien lo encontró poco después del ataque. Esto contó sobre el ataque: “Me quedé abrumado cuando él lo vio pues con los ojos emanando sangre y el rostro lleno de sangre por la golpiza que había recibido”. Mientras Hernán era trasladado de urgencia a la Clínica León XIII, los agresores, según el relato de la víctima, realizaron una fiesta.Consecuencias médicas del ataqueEl diagnóstico médico fue devastador desde el primer momento. Olga Lucía Castrillón, hermana de Hernán, recordó su llegada al hospital: “Él llega demasiado aporreado, ciego por completo, con sus ojos super hinchados. Él llegó consciente, no quería hablar. Uno de un momento a otro quedar en la oscuridad por completo”. El primer concepto médico confirmó que ambos ojos estaban perdidos de manera irremediable.Este suceso no solo le arrebató la vista, sino también su autonomía. Antes del ataque, Hernán era el encargado de cuidar a su madre, Odilia Ruiz, de 91 años. Tras la agresión, los roles se invirtieron. “Le cambió demasiado porque el diario se desplazaba su deporte. Hoy es totalmente encerrado. Antes él era el que vivía pendiente de mi mamá. Ahora es lo contrario. Mi mamá en su edad y lo cuida”, señaló su hermana.Además del daño físico, las secuelas psicológicas han sido profundas. El docente asegura que vive en un constante estado de angustia. “Uno sin ojos es medio. Me dejó a mí en un estado de depresión, de angustia y de impacto psicológico”, confesó la víctima, quien ahora define a un mal vecino como "un karma".El ruido: un problema de salud pública y seguridadEl caso de Hernán Castrillón hace parte de una problemática nacional de gran escala. Según datos oficiales, el 70% de las llamadas realizadas a la línea de emergencias 123 en Colombia corresponden a quejas por ruido. En Medellín, se reciben aproximadamente 250.000 llamadas anuales por este motivo.Expertos como el psiquiatra Germán Enrique explican que la exposición a altos niveles de ruido no es solo una molestia auditiva, sino un detonante de enfermedades graves. “Incrementa el riesgo de desarrollar demencia por todas las causas, demencia de Parkinson, demencia de Alzheimer y demencia vascular. Enfermedad cardíaca como la hipertensión, la diabetes”, advirtió el especialista. En personas con condiciones preexistentes, el ruido actúa como un "gatillo" que altera los signos vitales, incrementando la frecuencia cardíaca y respiratoria.A pesar de la gravedad del ataque, Luis Alberto Velázquez se encuentra actualmente bajo medida de casa por cárcel, a la espera de que el proceso legal por lesiones personales avance.
En el fútbol colombiano los clubes tienen la cabeza en el 2026 con la misión de alcanzar sus objetivos y ser protagonistas. Para ello se toman decisiones importantes y sorpresivamente en las últimas horas un equipo histórico se pronunció en redes sociales para anunciar una barrida en su nómina.Se trata del Cúcuta Deportivo, que regresó a la máxima categoria del balompié nacional y que no contará para el próximo año con 17 jugadores. Así lo dieron a conocer a través de un comunicado. "Informamos a todos los hinchas, medios de comunicación, periodistas y opinión pública en general lo siguiente. Tras la finalización de la temporada, los siguientes jugadores no harán parte de la nómina profesional para el próximo periodo deportivo. Ramiro Sánchez, Sergio Román, Oscar Zúñiga, Henry Plazas, Julián Anaya, Amaury Torralvo, Juan Pablo Díaz, Cristian Álvarez, Bladimir Angulo, Jonathan Tapias, Cristian Díaz, Wilmar Cruz, Oswaldo Valencia, Michell Ramos, Andrés Carreño, Kevin Quejada, Matías Pisano. Desde el Cúcuta Deportivo queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a cada uno de ellos por el profesionalismo, el compromiso y la entrega demostrados durante su paso por la institución. Desde la próxima semana se darán a conocer las nuevas incorporaciones para la temporada 2026 y el equipo regresará el día 3 de enero para iniciar pretemporada", informó el conjunto motilón. ¿Cómo logro el ascenso el Cúcuta Deportivo?El 2025 fue un año muy fructífero para los motilones, quienes fueron protagonistas en los dos campeonatos. En el Torneo de Apertura culminaron el todos contra todos en la cuarta posición con 31 puntos, producto de nueve victorias, cuatro empates y apenas tres derrotas. En los cuadrangulares no estuvieron tan finos y terminaron terceros del grupo B con nueve unidades, siendo superados por Patriotas y Atlético Huila.Para el segundo semestre, Cúcuta mantuvo su gran nivel y fue tercero en la primera fase con 30 puntos, gracias a las ocho victorias, seis empates y dos derrotas. En los cuadrangulares finales brillaron y se quedaron con la primera posición del grupo A con tres unidades al ganar cuatro partidos e igualar y perder uno. En la final vencieron 3-2 en penaltis a Real Cundinamarca y sellaron el ascenso, puesto que se ubicaban segundos en la reclasificación del año. Jaguares que tenía la primera posición, pero también logró su tiquete a la A, tras haber logrado el título del primer semestre.
Fueron capturados tres ladrones en Bogotá, que pretendían robar un carro en el barrio Nueva España, en la localidad de San Cristóbal, en el sur de la ciudad, informó la Policía Metropolitana. (Lea también: Así robaron casi 10 millones a mujer en Bogotá con un mensaje de texto: tips para que no caiga)Cámaras de seguridad permitieron no solo identificar a los delincuentes, también establecer la forma en que intentaron llevarse el vehículo, que estaba estacionado en la calle.(Síganos en Google Discover y conéctese con las noticias más importantes de Colombia y el mundo)Ladrones salieron corriendo al verse sorprendidosLas imágenes mostraron cuando dos de los sujetos se acercaron a un carro rojo y uno de ellos logra abrir la puerta del conductor.Al parecer, el que se subió a prenderlo le quitó el freno de mano y el vehículo empezó a rodar en reversa. Uno de sus cómplices pudo detenerlo cuando se encaramó en el andén.El hampón que iba a encender el carro estuvo a punto de bajarse, pero volvió a abordar el automotor y su compinche lo empujó hasta que volvió a estar sobre la calle.Sin embargo, los dos ladrones que estaban afuera empezaron a correr cuando vieron al que sería el dueño del carro que querían hurtar.El delincuente que estaba dentro del automotor quiso hacer lo mismo, pero el ciudadano forcejeó con él y finalmente lo tuvo que soltar porque el vehículo inició a andar en reversa nuevamente. Fue así como el tercer sujeto logró huir.La Policía Metropolitana de Bogotá logró ubicar a los tres señalados ladrones y los detuvo “gracias al oportuno llamado por parte de la comunidad”, indicó el teniente coronel Óscar Flórez, comandante de la estación de Policía de San Cristóbal.“Al momento de verificar los antecedentes de estas personas, se pudo establecer que uno de ellos ya presentaba anotaciones por los mismos delitos”, agregó.Según el oficial, “estos individuos se movilizaban en un vehículo, el cual de manera oportuna también fue inmovilizado y puesto a disposición” de las autoridades. (Lea también: Balacera en Bogotá: intento de robo en Tunjuelito deja una persona muerta)De acuerdo con el teniente Flórez, durante 2025 se han capturado más de 2.500 personas en Bogotá por diferentes delitos y se han recuperado por lo menos 46 vehículos hurtados.Instó a la ciudadanía a denunciar cualquier hecho delictivo a través de la línea 123.POR SANDRA SORIANO SORIANOCOORDINADORA DIGITAL NOTICIAS CARACOLsmsorian@caracoltv.com.co
A partir de este sábado 27 de diciembre, la movilidad en el norte de Bogotá da un paso clave con la reapertura de la estación Calle 146 de TransMilenio, una noticia esperada por miles de usuarios de las localidades de Suba y Usaquén. La estación vuelve a operar tras la entrada en funcionamiento de un nuevo puente peatonal, diseñado para mejorar la accesibilidad, la seguridad y la conectividad en este importante corredor de la ciudad.(Síganos en Google Discover y conéctese con las noticias más importantes de Colombia y el mundo)La reapertura beneficia de manera directa a cerca de 800.000 habitantes de barrios como Mazurén, Cedritos, La Victoria Norte, Santa Helena y Cedro Bolívar, además de los usuarios que a diario se movilizan por el norte de la capital. Antes de su cierre, este punto del sistema registraba alrededor de 14.800 validaciones diarias, lo que evidencia su relevancia dentro de la red troncal.El nuevo puente peatonal reemplaza la estructura anterior, que fue demolida en enero de este año, tras no cumplir con las normas técnicas ni con los estándares de accesibilidad vigentes, especialmente para personas con movilidad reducida. Debido a esta situación, la estación permaneció cerrada desde diciembre del año pasado mientras se desarrollaban las obras necesarias para garantizar una solución segura y duradera.“La reapertura de la estación Calle 146 representa una noticia muy importante para el norte de Bogotá. Entregamos un puente peatonal moderno que cumple con los más altos estándares técnicos y de accesibilidad, pensado para ofrecer desplazamientos más seguros, incluyentes y una mejor experiencia de viaje para todos nuestros usuarios”, explicó la gerente general de TRANSMILENIO S.A., María Fernanda Ortiz.Con la reapertura, ransMilenio restablece la operación de 14 rutas troncales en la estación Calle 146, lo que fortalece la oferta de transporte y mejora los tiempos de viaje. Los servicios que vuelven a detenerse en este punto son: 8, B10, B11, B13, B28, B74, B75, H13, H75, J70, J74, F28, D10 y G11.De acuerdo con el comunicado de la empresa de transporte público, el diseño del nuevo puente permite una circulación más fluida y cómoda, beneficiando especialmente a personas mayores, familias con niños, usuarios con movilidad reducida y peatones que utilizan el sistema de manera cotidiana. Desde la entidad se reiteró la invitación a planificar los desplazamientos a través de la TransMiApp y a consultar la información actualizada sobre rutas y horarios en los canales oficiales.Un cierre de año con avances en movilidadLa reapertura de la estación Calle 146 se suma a otro hito reciente en la movilidad de Bogotá, la habilitación de la primera estación de TransMilenio articulada con la línea uno del Metro de Bogotá, ubicada en la calle 26 con avenida Caracas, en el sector del Centro Internacional.Este nuevo paradero ya está integrado con el sistema metro, un paso histórico que permite a los ciudadanos comenzar a visualizar cómo funcionará el transporte masivo una vez entre en operación el proyecto ferroviario. La apertura coincidió con la primera salida sobre rieles del primer tren del metro en el Patio Taller de Bosa, un avance que marca el inicio de las pruebas locales del sistema.El alcalde Carlos Fernando Galán destacó recientemente que estas pruebas son fundamentales para garantizar la operación segura del metro y recordó que los trenes, que ya superaron miles de kilómetros de prueba en el exterior, deberán completar un recorrido similar en Colombia antes de entrar en funcionamiento pleno.Con estos avances, Bogotá cierra el año con señales claras de modernización en su sistema de transporte público. La reapertura de estaciones estratégicas de TransMilenio y la integración progresiva con el Metro de Bogotá refuerzan el objetivo de construir una movilidad más eficiente, segura e incluyente para millones de ciudadanos.HEIDY ALEJANDRA CARREÑO BELTRANNOTICIAS CARACOL
La número 1 mundial Aryna Sabalenka y el excéntrico jugador australiano Nick Kyrgios tienen una cita el domingo en Dubái en un partido de tenis de exhibición que los promotores han bautizado como "Batalla de los Sexos".A pesar de ese título, el duelo tiene poco que ver con la victoria de Billie Jean King sobre Bobby Riggs en 1973."No es lo mismo", declaró 'BJK' en una entrevista con la BBC, difusor del partido.En 1973, "yo tenía que ganarle (a Riggs) en nombre del cambio social, tenía muchas razones por las que ganar", añade la exnúmero 1 del mundo. El circuito femenino, que daba entonces sus primeros pasos, buscaba afirmar su legitimidad, con unas dotaciones económicas a las jugadoras mucho inferiores que las de los jugadores."Fue un partido muy politizado (...) No es el caso" del enfrentamiento entre Kyrgios y Sabalenka, insistió la estadounidense, que batió a Riggs 6-4, 6-3, 6-3 en Houston ante 30.000 espectadores y decenas de millones de telespectadores."Dar show"El domingo, contra el australiano, el objetivo será "divertirme y poner a ese tipo en una posición incómoda", resumió a principios de diciembre Sabalenka, que solo en 2025 ha amasado más de 15 millones de dólares en ganancias de torneos, según la web de la WTA."Imagino que para nosotros dos, el objetivo es el de hacer crecer este deporte", valoró Kyrgios ante los micrófonos del presentador británico Piers Morgan, que recibió a ambos protagonistas en su programa el 9 de diciembre."Lo primero que quiero es que la gente vea el tenis", añadió, decidido a "dar show" mientras se "divierte un poco".Finalista en Wimbledon en 2022 y exnúmero 13 del mundo, Kyrgios ha retrocedido drásticamente en el ranking desde entonces, frenado por las múltiples lesiones.Actualmente ocupa el puesto 672 del ranking ATP y solo ha disputado seis partidos oficiales a lo largo de las últimas tres temporadas."Es un desafío para cada uno de los dos: Nick lleva tiempo sin jugar, así que es un buen inicio para él. Y para mí, me preparo a enfrentarme a un jugador con un gran servicio, el tipo puede volverte loco" tanto por sus arrebatos como por sus momentos de brillantez tenística, adelantó Sabalenka, cuatro veces vencedora de un torneo Grand Slam.Muguruza: "Un júnior me hubiera ganado""¿Que puede obtener el tenis femenino de este partido?", se preguntó por su parte preocupada la extenista australiana Rennae Stubbs, especialista en dobles, uniéndose a otras dudas aparecidas en medios británicos y australianos sobre lo adecuado o no de celebrar ese evento."Salvo que él (Kyrgios) esté gravemente lesionado e incapaz de correr, ganará el partido muy fácilmente", lamentó la exnúmero 1 mundial en dobles, que ganó hasta cuatro torneos de Grand Slam con diferentes parejas a principios de los años 2000."La única razón por la que ese partido se celebrará es porque Evolve (agencia que gestiona los intereses de Kyrgios y Sabalenka) ha decidido ganar un poco de dinero", lanzó Stubbs en su podcast.Para equilibrar el duelo, este se decidirá a dos sets ganados y se han adecuado las reglas.Los dos jugadores dispondrán de un único servicio, y la mitad de pista de Sabalenka tendrá una superficie un 9% inferior a la mitad de Kyrgios."Si jugásemos en una pista entera, con las reglas habituales, sería verdaderamente difícil medirme a hombres", declaró Sabalenka."Pero en estas condiciones tengo la sensación de tener quizás más opciones de plantar cara", añadió la número 1 del tenis femenino.El debate sobre la diferencia real del tenis masculino y el femenino está claro para la exjugadora española Garbiñe Muguruza."Incluso en mi mejor momento, en mi número 1, creo que un júnior me hubiera ganado", dijo recientemente en una entrevista con la radio Cadena Cope."Creo que un jugador que esté en el número 1.000, o incluso sin ránking, puede ser mucho mejor que una jugadora del Top 10" de la WTA, estimó.Hora y dónde ver Aryna Sabalenka vs. Nick KyrgiosFecha: domingo 28 de diciembre.Hora: 1:00 p.m. (hora Colombia).Transmisión: Disney Plus.
Durante esta época de fin de año y festividades hay diferentes costumbres, fiestas y tradiciones en las distintas regiones de Colombia. Aunque la celebración se vive de manera particular en cada territorio, lo cierto es que culturalmente coinciden varios agüeros que, año tras año, reúnen a familias y amigos con un mismo propósito, empezar el nuevo ciclo con buena energía, esperanza y deseos de prosperidad.(Síganos en Google Discover y conéctese con las noticias más importantes de Colombia y el mundo)En Colombia, los agüeros de Año Nuevo hacen parte del folclor popular y se transmiten de generación en generación. Algunos tienen raíces europeas, otros nacen de creencias indígenas o afrodescendientes, y muchos simplemente se han adoptado y adaptado con el paso del tiempo. Más allá de la fe que cada persona deposite en ellos, estas prácticas se han convertido en un ritual que marca el cierre de un año y la bienvenida del siguiente.Los agüeros más populares para recibir el Año Nuevo en ColombiaUno de los más conocidos es comer las doce uvas a la medianoche. Cada uva representa un deseo para los doce meses del año. Mientras el reloj marca las campanadas, muchas personas piden en silencio salud, trabajo, amor y estabilidad. Este ritual, heredado de España, se ha integrado plenamente a la tradición colombiana.Otro de los infaltables es correr con una maleta apenas inicia el nuevo año, quienes lo practican aseguran que así atraen viajes, mudanzas o nuevas oportunidades lejos de casa. En barrios y conjuntos residenciales es común ver a personas corriendo entre risas, convencidas de que el próximo año traerá aventuras.La ropa interior de colores, especialmente amarilla o roja también ocupa un lugar especial. El amarillo simboliza la prosperidad y la abundancia económica, mientras que el rojo se asocia con el amor y la pasión. Algunos creen que debe estrenarse y usarse al revés antes de la medianoche para que el ritual funcione.Barrer la casa antes de las doce es otro agüero ampliamente practicado, pues simboliza sacar las malas energías, los problemas y las tristezas del año que termina, dejando el espacio limpio para lo que está por venir. En algunas regiones, incluso se barre hacia la puerta como señal de expulsión de lo negativo.El dinero en los zapatos o en los bolsillos es un gesto que tiene un gran significado, pues los billetes o las monedas acompañan la celebración con la esperanza de que la abundancia no falte durante el año entrante. En la misma línea, muchas familias colocan monedas o espigas en la mesa de la cena de fin de año.En los hogares colombianos no pueden faltar las lentejas, uno de los agüeros más arraigados para atraer la abundancia. Antes o justo al momento de la medianoche, suelen repartirse entre los asistentes para guardarlas en los bolsillos, carteras o rincones especiales de la casa. En algunas regiones, incluso, se lanzan al aire al recibir el Año Nuevo como símbolo de que la prosperidad llegue a todos por igual y no falte durante los meses venideros.Las velas de colores también tienen un papel protagónico en esta celebración. Cada tonalidad representa un anhelo distinto: el verde se asocia con la salud, el blanco con la paz, el amarillo con el dinero y la prosperidad, y el rojo con el amor. Encenderlas se convierte en un ritual íntimo de reflexión y conexión con los deseos personales y familiares para el nuevo año.Otros agüeros muy extendidos incluyen saltar con el pie derecho al sonar las doce campanadas, una acción simbólica para comenzar el año con buena suerte; vestirse de dorado, color que representa éxito, riqueza y abundancia; y, en varias regiones del país, quemar el año viejo, un muñeco elaborado con ropa usada que simboliza todo aquello que se quiere dejar atrás, desde problemas hasta malas experiencias.Estas tradiciones, aunque sencillas, reflejan la manera en la que los colombianos combinan creencias, esperanza y celebración para darle la bienvenida a un nuevo comienzo cargado de optimismo.¿Qué es un agüero? Es una creencia o práctica popular que se realiza con la intención de atraer buena suerte, alejar lo negativo o anticipar lo que traerá el futuro. Generalmente está ligada a tradiciones culturales, costumbres familiares o rituales simbólicos que se transmiten de generación en generación.En Colombia, los agüeros son muy comunes en fechas especiales como Año Nuevo, cuando las personas los practican con la esperanza de atraer prosperidad, amor, salud, viajes o éxito en el año que comienza. Acciones como comer uvas, usar ciertos colores, guardar lentejas o correr con una maleta no tienen base científica, pero sí un valor cultural y simbólico muy fuerte.HEIDY ALEJANDRA CARREÑO BELTRANNOTICIAS CARACOL