En este informe, presentamos el caso de un hombre que pesa 160 kilos, es decir, 100 más de su peso ideal. Monta bicicleta, pero uno de sus temores es que su vehículo no aguante su cuerpo.
Pero ese es, tal vez, uno de sus problemas menores. Afecciones en la circulación, las conyunturas, gemelos internos, así como comprar ropa, son otras de las consecuencias del sobrepeso.
Hace año y medio inició un tratamiento para poder combatir su obesidad, en la que el principal reto ha sido cambiar sus hábitos alimenticios. Asegura, hoy por hoy, que "ser gordo es una maldición".
Jorge Enrique Sánchez, superintendente delegado de Protección al consumidor, insiste en que las personas no tienen la conciencia de revisar las etiquetas de los productos que consumen para revisar sus compenentes, pero es obligación de los organismos de control supervisar que lo que se dice allí se cierto, es decir, si contiene de verdad la vitamina, el mineral o las calorías que indica, por ejemplo.
Pero, ¿cómo saber que ese producto que está en sus manos sí tiene o no los componentes que indica su etiqueta? Cynthia Zapata, defensora del consumidor, explica que los ingredientes están expresados de acuerdo con una norma internacional que reglamenta se deben escribir de orden de mayor a menor cantidad.
Por ejemplo, si en un jugo la etiqueta menciona primer fruta, luego azúcar y en tercer lugar, es preocupante.
¿Cómo darse cuenta de que una persona no está simplemente pasadita de peso sino obesa?
Pilar Cristina Ruiz, endocrinóloga internista, menciona que el aumento significativo del volumen corporal, dolor en las articulaciones, limitaciones para moverse o hacer ejercicio, alteraciones en el sueño son síntomas de alarma que van ligados al sedentarismo y a la mala alimentación.
Updated: diciembre 26, 2014 09:11 p. m.