En enero del 2020 ustedes conocieron el caso de Juan Bernardo Mejía, un joven de Ibagué que llevaba cinco años en un estado vegetativo, según sus familiares, como consecuencia de una brutal agresión de la que fue víctima en el 2014. Aunque los primos César Alejandro y Mario Alejandro Troncoso fueron identificados como los autores de la golpiza, la Fiscalía hizo una polémica negociación con ellos que terminó con una condena por el delito de lesiones personales. En Séptimo Día denunciamos el caso y la justicia se sacudió, pero hace poco esta familia recibió un duro golpe.
La tragedia de Hilda Flomin inició en octubre del 2014 cuando su hijo Juan Bernardo Mejía, un talentoso chef de 24 años, fue víctima de una brutal agresión al salir de un bar en su natal Ibagué. Los médicos le diagnosticaron un trauma craneoencefálico severo y tuvieron que extraerle parte del cerebro: “que él va a quedar en estado vegetativo, que no espere más”.
Los primos César y Mario Troncoso fueron identificados como los agresores, pero el fiscal Juan Carlos Benedetti negoció con ellos unos polémicos preacuerdos que rebajaron su delito de tentativa de homicidio a lesiones personales, así lo denunció Carlos Andrés Mejía, hermano de Juan Bernardo: “no fue lesiones personales porque a mi hermano no le partieron un tabique, a mi hermano no le partieron un brazo o una pierna, a mi hermano le fracturaron el cráneo”.
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César Alejandro Troncoso fue condenado por lesiones agravadas a siete años en casa por cárcel mientras Mario Troncoso también recibió una condena por lesiones, pero con el atenuante de exceso de legítima defensa lo que le permitió una sentencia menor sólo tres años y nueve meses que además podía pagar en libertad. En enero de 2020, en Séptimo Día denunciamos el caso y buscamos al fiscal Benedetti, en el programa también evidenciamos que César Alejandro Troncoso estaba violando la prisión domiciliaria.
Solo días después de la emisión de Séptimo Día la justicia se sacudió, ordenó la captura de Mario Troncoso y envió a la cárcel Picaleña a César Troncoso. Con más fuerzas para seguir luchando transcurrieron tres años para esta familia, sin embargo, el pasado 7 de julio de este año: “le dio una convulsión y no salió de la convulsión, se desaturó y se quedó”. Juan Bernardo Mejía falleció tras permanecer nueve años en estado vegetativo.
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En medio del dolor esta familia tiene algo claro: “la muerte de mi hermano se deriva de la golpiza que le dieran los primos Troncoso”. Quienes solo fueron condenados por un delito menor como lesiones personales. “A Juan Bernardo Mejía lo mataron y le pedimos a la Fiscalía que haga las cosas bien. Esta es la oportunidad para que haga las cosas bien”.
Una nueva lucha en la que los representa el abogado Sebastián Palacio: “se interpondrá una denuncia penal a los primos Troncoso por el homicidio de Juan Bernardo Flomin”. El penalista explicó que, aunque los primos Troncoso ya pagaron una condena con la muerte de su víctima sí se podría abrir un nuevo proceso.
Según la familia, César Troncoso está en libertad, pues ya pagó su condena en la cárcel, mientras Mario Troncoso denuncian, nunca fue capturado. Aunque el dolor de esta madre jamás se cure, seguirá dando la pelea.
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