La senadora Daira Galvis afirma que a su oficina llegó información sobre personas que habían ido a Houston, Estados Unidos, a formar empresas a través de testaferros para hacer un consorcio interventor de Reficar.
Firmas de parientes de directivos de Reficar y Ecopetrol hicieron control a Foster Wihler, encargada de auditar la construcción de la Refinería de Cartagena que se proyectaba en USD$3.000 millones y que finalmente costó más de USD$8.000 millones.
Según la congresista, en agosto de 2012 el entonces presidente de Ecopetrol , Javier Gutiérrez, le pidió una cita de urgencia. “Estuvo visitándome en mi oficina, me preguntó hacia donde llevaría el debate y prometió ayudarme a resolver todas las inquietudes que planteaban los documentos”. Sin embargo, el debate se frustró.
La renuncia del presidente de Reficar y el retiro de la contralora de ese entonces interfirieron en el flujo de información que recolectaban para hacer el debate.
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