Hay rechazo en la comunidad educativa de un colegio ubicado en el suroriente de Bogotá, en la localidad de San Cristóbal, por el caso de maltrato físico a un niño de siete años,que cursa grado primero, por parte de su profesora.
"El niño llegó sin el uniforme, sin la parte superior del uniforme, sin la chaqueta ni la camiseta, y al preguntarle qué había sucedido el niño me contó que la profesora le dio una cachetada, le rompió la nariz y como le salió sangre ella se las retiró”, relató la madre del menor agredido.
La palmada en la cara del niño le dejó un morado en la parte lateral de su nariz y parte del ojo.
Según el testimonio del niño, él estaba quieto cuando la docente le golpeó con la mano en la nariz muy duro.
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“Mucha tristeza, impotencia porque yo al ser su madre, protectora, no pude estar en ese momento para evitar que otra persona lo agrediera cuando en la casa tratamos de manejar una crianza respetuosa”, dijo la progenitora.
La madre del menor de edad buscó respuesta de la institución educativa y aún, cuando se activó la ruta de atención, pide respuestas concretas.
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“Se retira de acá, significa que puede ser trasladada a otra sede o pueda estar ejerciendo en otro instituto”, anotó la mujer.
Otros padres de familia, que tienen a sus hijos en el mismo grado, dicen sentir desconfianza porque anteriormente ya habían identificado ciertas señales por parte de la docente, que tiene a su cargo algunos menores con diagnósticos especiales. Acostumbraba a mandarles videos o audios en donde exponía su sentir por el comportamiento de los niños.
“No me siento segura de enviar a mi hija en estos momentos al colegio, así digan que ya la sacaron de la institución”, expresó la madre de un estudiante del mismo grado.
“El daño no solo es físico, sino, seguramente, hay daño psicológico en esos niños, en los que vieron, en los que maltrató, en los que empujó y en los que sacó del salón”, manifestó otra madre.
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La Secretaría de Educación de Bogotá se pronunció por medio de un comunicado, indicando que desde el primer momento se activó la ruta de acción para tomar decisiones conjuntas con la institución educativa.
“Podría implicar el retiro de la docente, el cambio de jornada o que la docente deje impartir clases en el salón o en el curso específico”, señaló Felipe Avendaño, director de convivencia escolar de la Secretaría de Educación de Bogotá.
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A raíz de los recientes casos, la entidad del distrito alerta a la comunidad educativa a denunciar cualquier tipo de situación en la que se vulneren los derechos.