Tras un análisis con químicos, autoridades identificaron que la sustancia que utilizaban varios menores en Bogotá era Benzodiazepina.
“Esto es una nueva forma de consumo que se ha identificado en algunos colegios, en donde estos cauchitos fueron impregnados con Benzodiazepina, especialmente con Clonazepam, que es una sustancia depresora del sistema nervioso central y puede causar sensación de placer”, explicó la mayor Liz Wendy Cuadros, jefe del centro de estudios sobre narcotráfico de la Policía.
Agregó que el efecto puede durarles una hora y “es una forma bien riesgosa que están utilizando para dañar su salud”.
Una vez tiene los cauchos de ortodoncia en la boca, los jóvenes los mastican o lamen repetidamente.
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Autoridades invitan a fijarse en los cambios de comportamiento de los menores de edad para prevenir que estén drogándose con estos.