Familiares, amigos y vecinos fueron testigos de la forma como dos policías llevaron a cabo un violento procedimiento para detener a Javier Ordóñez Bermúdez, un abogado de 46 años que murió en el occidente de Bogotá.
La víctima departía en su apartamento, en el barrio Villaluz, con unos amigos. Según uno de ellos, luego salieron a comprar licor y el altercado con los uniformados inició fuera de la vivienda, en un parqueadero, donde Ordóñez y sus conocidos -dice- siguieron bebiendo.
"De un momento a otro llegó la policía (…) mi amigo le dijo ‘pues póngame el comparendo, yo lo pago’", contó uno de los hombres que estaba en el lugar.
Y agregó: "uno de los policías le dijo a mi amigo… ‘oiga, esta vez no se me salva’. Pues obviamente ya lo había encontrado varias veces tomando en la calle y pues, normal".
Un vecino de Javier dijo que vio cómo el abogado alcanzó a avanzar por la calle "con media camisa, viene la Policía y lo tumba a este lado de la vía, yo veo desde el apartamento que aquí está el cable de la pistola taser".
"Parecía una eternidad, pero son cinco minutos de ataque de taser", agregó.
Elvia Bermúdez, tía de Javier Ordóñez, afirmó que los uniformados "le estaban pegando muy duro, puño, pata le daban y le ponían corriente eléctrica".
Sin embargo, una prima del abogado aseguró que, pese a las descargas eléctricas, “él estaba un poco desorientado, pero él estaba vivo cuando se lo llevaron. Cuando lo subieron a la patrulla él estaba vivo, desorientado por los choques del taser, pero estaba vivo”.
Incluso “uno de mis primos lo alcanzó a recoger, le cogió la cabeza, le dijo ‘Javi, ya todo está bien, tranquilo’, y mi primo se alcanzó a calmar, pero él subió a la patrulla vivo”, añadió.
Javier Ordóñez fue trasladado en la patrulla hacia el CAI del barrio Villaluz, que queda a solo tres minutos de donde fue detenido.
Su amigo afirmó que al llegar al sitio lo encontró “desgonzado, casi muerto, y lleno de moretones. Les digo: ‘llevémoslo al hospital’”.
Pasaron 10 minutos durante el traslado a un centro clínico donde "a los 5 minutos el médico sale y nos dice ‘falleció’. Como 15 minutos después sale el médico y me dice: ‘él falleció por los golpes’".
“Lo mató la Policía, la Policía fue asesina, lo mataron”, sostiene la tía de Javier que no sabe si su hermana resista la pérdida de su hijo.
"Vive en Barcelona y no sabemos cómo va a llegar acá, no hay vuelos", sostuvo.
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