El escritor y poeta
bogotano Juan Gustavo Cobo Borda murió a los 73 años. Su formación como filósofo y licenciado en idiomas, y su amor por los libros, lo convirtieron en una de las grandes voces de la crítica literaria y artística en Colombia y América Latina.
Era miembro de la Academia Colombiana de la Lengua y hablaba de todos los poetas con la generosidad de su profunda sabiduría, dejó los asuntos terrenales, pero las páginas abiertas de sus libros.
A los versos, Juan Gustavo Cobo Borda sumó decenas de ensayos sobre Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Álvaro Mutis y muchos más.
Los leyó en voz alta con su acento bogotano, así lo hizo con los versos de Mutis para evocarlo tras su muerte.
"Que te acoja la muerte con todos los sueños intactos", manifestaba el escritor bogotano.
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El escritor se fue así, con los sueños intactos, y con el alma limpia que le dejó la poesía.
Juan Gustavo Cobo Borda consideraba a la poesía como un poder sanador, ya que esta “ejerce una extraña terapia, te cura del fastidio, del odio".
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Este escritor bogotano dedicó su vida a los libros, fue subdirector de la Biblioteca Nacional, que le rindió tributo hace apenas un mes.
Con sus versos sencillos y rítmicos, hasta el apocalipsis es el fin de las cosas simples. Aquí van estos versos suyos como epílogo de una vida llena de poesía:
"Se acaba el papel toilette. La crema de afeitar, la pasta de dientes. Se termina el champú. Se caen los botones, se arruga la ropa, los cuchillos pierden filo, el pelo crece. Se abren grandes grietas en las suelas de los zapatos, los tapetes se desgastan, las goteras perforan la mente y hay que cortarse las uñas, cambiarse las gafas. Se fundieron los bombillos, no vemos nada. El fin del mundo se instaló en casa".