El hombre de 46 años estuvo más de 30 minutos tirado en una calle de Bogotá esperando a que alguien le ayudara, asegura su familia.
Rolando Yara Poloche iba camino a su casa en el sector de Engativá, cuando por accidente perdió el control de su bicicleta y cayó en plena calle.
Adolorido, el hombre no logró pararse y fue entonces cuando, unos segundos después, un bus del SITP que iba a toda velocidad lo arrolló. Lo increíble es que luego pasó otro vehículo de servicio público que también lo atropelló.
Ocho días después, Rolando falleció.
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Muchas personas afirmaron que sí le prestarían ayuda a una persona en la calle, pero otros reconocieron que no lo harían por temor a ser víctimas de delincuentes o verse implicados en un posible problema.
“No es cierto que, por el hecho de ayudar a una persona, llamar a una ambulancia, de recogerla y llevarla a un centro clínico yo vaya a tener alguna responsabilidad, por el contrario, es lo que nos corresponde como ciudadanos y como personas”, recalcó el abogado penalista Francisco Bernate.
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La omisión de socorro, que antes era considerada como una contravención de Policía, hoy está catalogada como un delito que se sanciona con penas de hasta 36 meses de prisión.
La familia de la víctima exigió al SITP establecer las placas de los buses que arrollaron al hombre y que se haga justicia.