
Se revivió el caso del asesinato del joven Juan Felipe Rincón, hijo de quien fue inspector de la Policía general William Rincón, ocurrido en la localidad de Rafael Uribe Uribe y este miércoles se llevó a cabo una nueva audiencia a la que tuvo acceso Noticias Caracol. Los defensores de la familia Rincón buscan evitar que se precluya la investigación contra el hasta ahora único procesado: Andrés Camilo Sotelo.
En audiencias preliminares se determinó que Sotelo no debía cumplir medida de aseguramiento, teniendo en cuenta que para el momento de los hechos a él se le halló un arma, la cual resultó ser no funcional, es decir, que no podía disparar, según con las investigaciones de las autoridades.
En la escena del crimen, la única arma que se podía disparar era la del escolta de Juan Felipe, quien era Sergio Felipe Rico, que acompañaba ese día a la víctima, la cual se vio involucrada en una riña luego de que, al parecer, se iba a encontrar con una menor de 15 años, la familia de la joven lo increpó y, en medio de la pelea, hubo disparos y Juan Felipe terminó asesinado en el hecho.
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La defensa de la familia Rincón hizo, en medio de la audiencia, una crítica a la Fiscalía General de la Nación por unas presuntas irregularidades que se habrían presentado horas después del crimen.
Habría un arma adicional, según defensa de familia de Juan Felipe Rincón
En la escena hubo ocho disparos y las autoridades dijeron que encontraron solo seis vainillas. Cuando se hizo el análisis de las balas que tenía su arma de dotación, todas correspondían a la marca Luguer y cuando se hizo el análisis se evidenció una vainilla de una referencia distinta, lo cual, según la defensa, puede inferir que hubo una segunda arma en el hecho.
Durante la audiencia, el abogado Juan Felipe Criollo dijo que “frente al proyectil de plomo referido por la señora fiscal, en el cual en el informe pericial de Medicina Legal del 13 de diciembre de 2024 se concluyó que correspondía ese proyectil a una pistola 9 milímetros, tal como fue recaudado en la audiencia, tratando de endilgar que por ser 9 milímetros iba a ir dirigido al hombre de protección y que por eso se encontraba la Fiscalía en una imposibilidad de desvirtuar la presunción de inocencia del señor Sotelo. Dicho proyectil puede tratarse de un arma, no solamente 9 milímetros, sino de un calibre punto 32 o calibre punto 38 o de calibre 765 y no exclusivamente a una 9 milímetros porque la medida principal que debía ser tomada para determinar el calibre del proyectil es el diámetro”.
La pruebas de balística que no se habrían hecho a tiempo
Otro hecho que también expuso la defensa fue los exámenes de pólvora. Tan pronto se presentaron los hechos, al primero que se le realizaron los exámenes fue al escolta Sergio Rico, quien dio positivo. Según la Fiscalía, la misma prueba se le realizó a Andrés Camilo Sotelo, las cuales resultaron negativas.
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Sin embargo, según la defensa, un investigador privado pudo evidenciar que, en realidad, nunca se tuvo conocimiento de una agente del CTI de la Fiscalía que acudiera al centro asistencial en donde se recuperaba Sotelo para verificar si en las manos él tenía pólvora. Lo que supone la defensa es que con esto se creó una ventana de tiempo en donde Sotelo se pudo haber lavado las manos y borrado el rastro de pólvora.
“Frente a la prueba de residuos de disparo que se le hizo al señor Sotelo, debido a que el imputado ingresó en su momento al Hospital Tunal. La toma de residuos no se hizo inmediatamente, según lo que la investigación acredita, sino que, aparentemente, se realizó a las 4:33. Esta representación de víctima sabe que la toma fue posterior al 26 de noviembre; es decir, dos días después de los hechos. Lo supimos porque, el 25 de noviembre, la aparente pareja sentimental del señor Sotelo, la señorita Tatiana Vega, rindió una entrevista ante la Fiscalía General de la Nación, en donde le preguntaron por este tema”.
En dicha entrevista, a la aparente pareja de Sotelo le preguntaron sobre el examen y ella, según el abogado respondió lo siguiente, ante la pregunta si a él le realizaron la prueba: “No que yo sepa. Estuve con él como 20 minutos mientras lo atendían. Luego de eso me sacaron. Nadie me dio ningún tipo de información”.
Además, en una entrevista, la mujer solicitó el 26 de diciembre que le hicieran la prueba de si Sotelo tenía pólvora o no en las manos. “Necesitamos un sitio donde a mi marido se le pueda hacer la prueba de balística para demostrar que él no tiene pirotecnia en sus manos y que no fue el que mató al occiso. Necesitamos eso o sino lo van a sentencia por algo injustamente”. El periodista Álvaro Gómez le preguntó si no se había hecho esa diligencia, a lo que ella respondió que no.
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Además, la defensa mostró un video desconocido, el cual podría dar un giro en el caso: “Aquí vemos cómo Juan Felipe tiene una camiseta blanca, momentos previos al disparo. Vemos cómo lo despojan de sus prendas inferior. Ya no tiene camiseta en ese momento. Vemos cómo el señor Sotelo cómo lo golpea, ya no tiene su prenda superior”.
Agregó el abogado que “se hizo el examen de una camiseta, se hizo el examen de una perforación por presuntamente arma de fuego por una camiseta cuando a la persona no la impactaron teniendo camiseta. Esta es una de las situaciones más importantes porque esto va a generar la radiografía de la investigación”.
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Para el abogado, “seguimos estando en una indeterminación y creo que aquí no se ha agotado la investigación con suficiencia. Este ha sido un reclamo incansable de la representación de víctimas y ha sido un reclamo por parte de la familia”.
La audiencia se aplazó y quedó prevista para el lunes 14 de julio a las 2:00 de la tarde.
CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOL
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