Erika Chicó siempre quiso ser policía, pero “¿de qué sirvió?”, dijo el hombre. En un año y cuatro meses terminaría sus estudios en la Escuela General Santander.
Erika pasó las fiestas de Año Nuevo junto a su familia, en Ecuador, y el 9 de enero viajó a Bogotá para continuar con su formación para convertirse en subteniente de la Policía.
“Si ella me decía que no quería irse, yo no la iba a dejar ir. Yo solo esperaba que me dijera una palabra”, reconoció Roberto Chico, padre de la joven de 27 años, una de las 21 víctimas mortales del atentado con carro bomba perpetrado el jueves en la capital colombiana.
“Cuatro años de pruebas… ¿de qué sirvió?”, lamentó el hombre sobre los sacrificios que hizo su hija para cumplir su sueño de ser policía.
En medio del llanto, Paola Pico, amiga de la cadete, recordó que ella siempre decía “que lo que más extrañaba era a nuestras compañeras porque eran bastante unidas”.
“Lo que más anhelaba era graduarse y poder regresar con su familia”, agregó.
Carolina Sanango, otra ciudadana ecuatoriana que también se forma en la Escuela General Santander, sufrió lesiones leves.
En contexto:
Una cadete ecuatoriana murió en atentado dentro de Escuela General Santander
Updated: enero 18, 2019 07:52 a. m.