

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Fredy Guarín ha compartido de cerca su proceso de rehabilitación tras la fuerte adicción que tuvo al alcohol. Desde entonces, a través de sus redes sociales, envía mensajes sobre la importancia de buscar ayuda y de cómo ha logrado salir adelante, generando esperanza e inspiración en otros. Durante este camino, ha reconocido que el trago le costó su familia, le arrebató el fútbol y lo llevó a perderse a sí mismo.
Recientemente, Fredy Guarín publicó un video en su cuenta de Instagram en el que escribió: “Lo que un día me quitó oportunidades, hoy me da la fuerza para transformar vidas”.
En el clip aseguró: “Un día el alcohol me quitó todos los sueños, por lo cuales luché tanto en toda mi vida. Un día todos mis sueños se fueron. Se fue mi hogar”.
“Tantos años de lucha porque le di fuerza y prioridad a esa adicción. No es lindo lo que viví, pero con fuerza lo llevo y lo trabajo todos los días. Ya sé que no está de la misma manera, pero sé que por medio del fútbol tuve que aprender y también a perder”, expresó mientras sostenía un balón en sus manos. Sus palabras se dieron durante un evento en Tunja, en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Publicidad
En noviembre de 2024, el exmediocampista de la Selección Colombia, quien brilló en clubes de élite como el Inter de Milán, el Porto y el Shanghái Shenhua, habló con Los Informantes y se sinceró sobre los excesos que lo llevaron a estar cerca de perder la vida.
“Fueron días pesados, me la pasé borracho 10 días por completo, me quedaba dormido del cansancio y me levantaba con una cerveza al lado”, relató.
Publicidad
En entrevista con Nena Arrázola, el exfutbolista compartió de cerca las batallas que ha librado y sus ganas de cerrar un duro episodio de su vida, marcado por un enemigo silencioso que estuvo a punto de hacerlo perderlo todo.
Fredy Guarín nació en Puerto Boyacá, donde vivía con sus padres y sus dos hermanos, pero creció en Ibagué bajo el cuidado de una tía. Desde muy joven comenzó a forjar tanto su familia como su carrera deportiva. Antes de cumplir 15 años ya demostraba que podía convertirse en uno de los mejores futbolistas de Colombia y del mundo.
Debutó a los 16 años con Atlético Huila y rápidamente escaló hasta llegar a la Selección Sub-17. Su talento lo consagró como un campeón en la cancha, donde compartió grandes momentos con figuras como Falcao García y James Rodríguez.
Sin embargo, ese reconocimiento también trajo consigo dinero y la otra cara de la fama: noches interminables de fiesta, excesos y licor.
“Empecé a ganar mi nombre en Italia. Ya empezó un poco el tema fuera del campo y empezó a hacer silencio el estadio. Yo lo manejaba muy bien, me emborrachaba dos días antes del partido y yo llegaba y funcionaba, ganábamos, hacía uno o dos goles”, reveló Fredy Guarín, quien creía que podía manejar sin problema esa adicción.
Publicidad
A medida que su vida deportiva avanzaba, su entorno personal se deterioraba. Las ausencias en casa, las discusiones familiares y el consumo desmedido de alcohol terminaron por quebrar sus relaciones más cercanas. “Perdí el objetivo de un hogar, el objetivo del fútbol, ya sentía que no había límites”.
Su paso por el Shanghái Shenhua, en China, lo sumió por completo en la adicción. “Allí sí supe lo que era el alcohol de verdad, desde el primer día que llegué me degeneré alcohólicamente. Me levantaba para ir a entrenar y después del entreno, alcohol. Descansaba un poco, entreno y alcohol y así era todos los días”, aseguró.
’¿Cuántas cervezas te podías tomar?’ 50, 60, 70 en una noche”, confesó el exfutbolista, quien recordó con tristeza que, a pesar de estar en la cima dentro del campo de juego, en ese momento estaba “abandonado por completo” debido al consumo excesivo de alcohol.
Publicidad
“Borracho me iba a buscar peligro, buscar adrenalina, a ver armas, movimiento, yo no media riesgo de nada”, relató sobre lo que vivió durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19 en Brasil, donde ocurrió uno de los episodios más oscuros de su vida.
En medio de un estado de inconsciencia, Fredy Guarín intentó lanzarse desde un piso 17. Una malla de seguridad evitó la tragedia. “Había una malla, salté y me devolvió, yo obviamente inconsciente de lo que estaba haciendo, yo no sé qué pasó”, contó.
Tras regresar a Colombia, el país conoció a un Fredy Guarín distinto: esposado, desorientado y en evidente estado de embriaguez, en un video que rápidamente se volvió viral. Aquella imagen, aseguró, se convirtió en su punto de quiebre.
Fredy Guarín completa más de un año y tres meses en proceso de rehabilitación. A lo largo de este camino ha compartido sus avances y, en uno de sus videos, mostró el lugar al que, según confesó, “llegó derrotado”.
Gracias al apoyo incondicional de su amiga y psicóloga Lily Rodríguez, quien lo acompañó en este proceso, ha podido avanzar en su sanación. Con el mantra “vivir un día a la vez”, Guarín reconoce que cada jornada sobrio representa un triunfo personal.
Publicidad
Ahora está seguro de que su testimonio “es un propósito que Dios está poniendo en nosotros, que sé que va a llegar a muchos rincones del mundo, va a tocar muchos corazones y de seguro va a salvar vidas”.