La temporada de lluvias tiene con el agua y el barro al cuello a los pobladores del municipio de Jerusalén, en Cundinamarca . Están al borde del desespero por desbordamiento de ríos y quebradas y poca asistencia del gobierno. “Dios mío, yo creo que hace unos 30 años no veía esta quebrada así. Mire cómo está esta quebrada, desbordada”, dice un habitante.
“La casa del vecino está inundada y la quebrada le está pegando de frente”, explica en otro video.
Situación similar se vive en Toro, Valle del Cauca, por los deslizamientos: las montañas de lodo les hacen una tarea difícil salir y entrar de la zona.