¿Cómo fue el asesinato de Rafael Orozco el 11 de junio de 1992?

El género del vallenato en Colombia quedó marcado tras el asesinato de Rafael Orozco en la noche del 11 de junio de 1992. Tras 33 años de su fallecimiento, aún existen muchas preguntas que aún no tienen respuestas y no ha habido condenas ejemplares en este caso.

‘El ídolo’ fue asesinado frente a su casa en la ciudad de Barranquilla. Dos sicarios le dispararon en repetidas ocasiones, causándole la muerte a los 38 años. El crimen conmocionó al país y dejó un vacío en el mundo artístico.

Dos días antes de su muerte, Rafael había llegado a Barranquilla luego de pasar 45 días cumpliendo compromisos artísticos en Venezuela y en algunos sitios al interior de Colombia.

El día en que lo iban a matar, las hijas de Rafael llevaron a cabo una fiesta al interior de su casa para celebrar el fin de la temporada escolar. Dos integrantes de la agrupación música de Diomedes Díaz, identificados como Alfonso Arizade la Hoz y Francisco Javier Corena, llegaron hasta la vivienda del cantante vallenato, ubicada en el barrio Villa Santos, para pedirle prestados unos instrumentos musicales. Rafa los atendió afuera de la vivienda y, cuando estaba hablando con ellos, un sicario se le acercó y le disparó en nueve oportunidades.

De inmediato, Clara Elena Cabello, esposa de Rafael Orozco, lo llevó a un centro médico, donde minutos después lo declararon muerto. ‘El ídolo’ recibió disparos en la región occipital, en el rostro, en la espalda y en la región glútea.

Las investigaciones de las autoridades revelaron que el asesinato de Rafa estuvo relacionado con un triángulo amoroso. Según versiones judiciales, Orozco habría tenido una relación sentimental con María Angélica Navarro Ogliastri, exesposa de Armando Benedetti y quien para entonces era novia de un narcotraficante del cartel del Norte del Valle. Esto último, que ella tenía una relación con un el narco José Reinaldo "El Nano" Fiallo Jácome, según las indagaciones, habría motivado el crimen.

Por el asesinato de Rafael Orozco fueron capturados varios sospechosos. Entre ellos estaban el ingeniero Jorge Navarro Insignares, padre de la supuesta amante de Rafa; su hijo Jorge Enrique; Alfonso Ariza De la Hoz y Francisco Javier Corena, quienes fueron señalados como cómplices. También fueron implicados Orby Campo Valdeblánquez, Diomedes Zubiría Redondo y Porfirio Zubiría Redondo, identificados como autores materiales según la declaración de Javier Enrique Arias Martínez, quien luego afirmó llamarse José Luis Ospino Ariza. Además, fue detenido Ever Antonio Zubiría Redondo. Sin embargo, todos fueron liberados posteriormente, ya que se determinó que no tenían relación con el crimen.

¿Quién mató a Rafael Orozco?

Para el 19 de agosto de 1998, el Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Barranquilla concluyó que el asesinato de Rafael Orozco fue cometido por Sergio González Torres, escolta del narcotraficante, cuya novia habría tenido una aventura con Rafa. Según el fallo, el crimen tuvo un móvil pasional, derivado de un triángulo amoroso entre Orozco, María Angélica Navarro y Fiallo.

Entre las pruebas clave presentadas por la Fiscalía se encontraba un informe balístico que determinó que Orozco fue asesinado con una pistola Heckler & Koch modelo P7 K3, calibre 7,65 mm, la misma que fue encontrada en poder del narcotraficante el día en que este fue asesinado.

Otra prueba que entregaron las autoridades fue una carta enviada desde prisión por Mario Alzate Urquijo al entonces fiscal general de la Nación, Gustavo de Greiff. En ella, Alzate relataba que Fiallo había manifestado, en presencia de otros narcotraficantes, que contaba con el respaldo de su jefe, alias "Camilo", para asesinar a Rafael Orozco, debido a la supuesta relación sentimental que este mantenía con su novia. Esta declaración reforzó la hipótesis de que el crimen fue motivado por celos y cuestiones personales, más que por razones políticas o económicas.

Tras el asesinato de Orozco, una serie de muertes y desapariciones rodearon el caso: Víctor Herrera Ortega, un celador que presenció el crimen, desapareció poco después de declarar. Alfonso Ariza De la Hoz y Francisco Javier Corena, quienes también estaban vinculados al proceso, fueron sacados de sus casas y desaparecieron tras rendir testimonio el 4 de agosto de 1992. Además, tanto "El Nano" Fiallo como su escolta Sergio González fueron asesinados en Medellín el 18 de noviembre de ese mismo año y Orby Campo Valdeblánquez fue asesinado en Barranquilla en abril de 1993.

Las muertes no se detuvieron ahí. El fiscal Jorge Paternostro, quien había iniciado la investigación del caso, falleció ahogado en un arroyo en Barranquilla en julio de 1993, en circunstancias que también generaron sospechas. Asimismo, el periodista Fabio Poveda Márquez, amigo cercano de Orozco, y el acordeonista Juancho Rois, quien trabajaba con Diomedes Díaz y también había declarado en el proceso, murieron poco tiempo después. Todos estos hechos contribuyeron a que el caso quedara envuelto en un halo de misterio, impunidad y temor.

CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOL
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