La guerrilla de las FARC pidió este miércoles una acción contundente contra los grupos paramilitares en Colombia y advirtió que sin ello no podrá "materializarse" el acuerdo de paz que están en camino de concretar con el gobierno colombiano en Cuba.
"Con grupos paramilitares, con crímenes y atentados, con amenazas y terror no puede materializarse la paz", afirmó el grupo rebelde en un comunicado leído en La Habana, a propósito de la reanudación de los diálogos después de una pausa de dos semanas.
La organización comunista, que intenta alcanzar un acuerdo para deponer las armas después de medio siglo de feroz lucha, urgieron al gobierno de Juan Manuel Santos a que termine con la amenaza de esos grupos ilegales que en el pasado combatieron a los rebeldes y cometieron violaciones de derechos humanos.
Los colombianos "tienen que exigir del Gobierno Nacional y sus Fuerzas Armadas acciones reales y efectivas que cierren definitivamente el camino a las voces y las armas de los asesinos. (...) Sólo eso puede hacer realidad la paz", señaló el texto leído por Pablo Catatumbo, negociador de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
El gobierno colombiano asegura que los grupos a los que se refiere la guerrilla son en realidad bandas criminales dedicadas al narcotráfico que surgieron de la masiva desmovilización de los paramilitares de ultraderecha durante el mandato de Álvaro Uribe (2002-2010).
Sin embargo, no le reconoce abiertamente el carácter contrainsurgente de las entonces llamadas autodefensas. El pasado viernes el Clan Úsuga, la mayor banda criminal que actúa en Colombia, paralizó bajo amenaza varios municipios del noroeste del país y mató a seis personas, incluidos cinco militares y policías.
El gobierno de Santos lanzó una ofensiva contra las que llama banda criminales y les advirtió que si no se someten a la justicia, serán combatidos sin tregua.
Nuevas críticas a ministro de Defensa
En opinión de las FARC, el "reciente paro forzado" del Clan Úsuga demostró la "capacidad intimidatoria" de esa organización y evidenció "su repugnante vínculo con sectores políticos, económicos, militares y de gobierno, todo ello en medio del negacionismo" del ejecutivo.
En ese sentido, la agrupación guerrillera volvió a cuestionar al ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, quien afirmó en una reciente entrevista que el paramilitarismo "es un fantasma inventado por las FARC" para dilatar la firma de un acuerdo de paz después de más de tres años de negociaciones en La Habana.
"No se trata de tácticas dilatorias como aseguró el ministro de Defensa", declaró Catatumbo, y agregó que no "puede postergarse más" un acuerdo en La Habana sobre el "paramilitarismo y garantías de seguridad" para los futuros excombatientes de las FARC.
Santos y los rebeldes ya alcanzaron acuerdos en cuatro de los seis puntos que pactaron para acabar con el conflicto interno, y les resta acordar el cese del fuego bilateral y definitivo, el desarme de la guerrilla y el mecanismo para refrendar los convenios de paz, asuntos sobre los que mantienen serias diferencias.
En medio de las advertencias sobre el riesgo paramilitar, las FARC lanzaron un llamado a Estados Unidos, la ONU, el Vaticano y organismos regionales de integración a que "prosigan decididamente su apoyo al proceso de paz" en Cuba. "Nunca como antes se ha requerido su acción", dijo Catatumbo.
La guerrilla y el gobierno se habían comprometido a firmar un acuerdo definitivo el 23 de marzo, pero debieron extender las negociaciones debido a sus divergencias en el tramo final del proceso de paz.