“¿De qué valen las actuaciones y sanciones ahora frente a 260 o 270 muertos?”, dice Edgardo Maya al hablar de facultades que le han sido quitadas al organismo.
El mensaje del contralor, más que un réquiem por las víctimas de Mocoa, es un clamor por el establecimiento de una política pública que sirva alguna vez para evitar estas catástrofes.
"Lo que necesitamos en el país son políticas preventivas, antes de y no después de. Porque lo que vamos a hacer es un acta de levantamiento, de defunción masiva”, indicó el alto funcionario.
Maya, curtido en las lides del derecho disciplinario, echa de menos hoy más que nunca las alas y dientes que las últimas reformas constitucionales le quitaron al organismo a su cargo.
“Desde luego que habrá un juicio fiscal en lo que nos corresponde a nosotros, y la Fiscalía lo hará en materia penal y la Procuraduría en el tema disciplinario (...) pero nos sentimos huérfanos de herramientas efectivas: nos quitaron el previo, nos arrebataron inclusive los controles de advertencia", agregó.
Sus quejas son motivo de reflexión.Maya explico que la tragedia también tocó la propia Contraloría: "La Contraloría se ha solidarizado con los damnificados y además con nuestros funcionarios, que también han sufrido tragedia familiar. Tenemos un funcionario que perdió seis de sus familiares en estos hechos, las casas de varios funcionarios quedaron destruidas, destrucción total".
De cualquier forma, los juicios de responsabilidades serán inevitables.
Updated: abril 04, 2017 03:25 p. m.