“Adiós mundo cruel, te dejo hoy, adiós... adiós... adiós...”. Este mensaje aparece aún en el perfil de Facebook de Sergio Urrego, de 16 años, un joven estudiante de grado 11 quien el pasado mes de agosto le puso fin a su vida.
Sergio, según su familia, era una persona crítica, política y sostenía una relación sentimental con uno de sus compañeros del colegio Gimnasio Castillo Campestre , razón por la cual habría sido víctima de matoneo por parte de los profesores y directivas de la institución.
Sus allegados también aseguran que cuando hizo pública su relación sentimental, la directora del plantel le negó la entrada a clases:
"Le dice que hasta que no se haga la reunión él no puede volver ingresar a clases, y él le pregunta si lo está cohibiendo de su derecho a la educación y ella abiertamente le dice que sí”, explicó Yuliana Gil, familiar de Sergio.
En una de las cartas que Sergio dejó a su familia y que está en poder de las autoridades dice: "Aunque deje claras las razones por las que me suicido, quiero que quede constancia de que no es culpa de mi padre o de mi madre (...) varios problemas que tuve últimamente (sobre todo en el colegio) fueron un detonante para que yo me suicide..."