Se perdieron dos mil millones de pesos en un complejo de piscinas olímpicas que nunca se terminó y 400 mil millones en una variante.
A sanción presidencial pasó el proyecto de ley con el que se busca crear un registro de obras inconclusas. Con esta iniciativa se busca ponerles freno a los hechos de corrupción.
Ante este anuncio, en Colombia se conocen varios casos en los que se han invertido recursos públicos y las obras nunca fueron terminadas.
Tal es el caso de Puerto Boyacá, municipio en el que se invirtieron más de 2 mil millones de pesos para la construcción de un complejo de piscinas olímpicas. Hoy en día, esta obra está abandonada.
La promesa de convertir a este territorio en el epicentro de formación para los nadadores de élite del departamento de Boyacá quedó en medio del olvido y la maleza.
“Aquí hay una obra olvidada desde el 2004. Esto ha sido un elefante blanco por el abandono estatal”, puntualizó Diomedes Vergara, líder cívico de Puerto Boyacá.
Según el alcalde de este municipio, la culminación de este complejo de piscinas olímpicas costaría más de 10 mil millones de pesos, recursos con los que no cuenta actualmente la administración.
Asimismo, en Mocoa, sur de Colombia, está el caso de la construcción de la variante San Francisco, un corredor vial que lleva más de 20 años de obra.
Esta variante costó más de 400 mil millones de pesos. Se logró la construcción de puentes, pero actualmente está abandonada.
“Esto es lamentable, primero se declaró como un detrimento patrimonial, pero ya pasó a ser un elefante blanco. Esta obra tuvo una adjudicación de 428 mil millones”, afirmó Francisco Revelo, presidente de la Cámara de Comercio de Pasto.