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Sandra Viviana Ravelo y su novio Jhon Alexander Quintero tenían aspiraciones de formar un hogar. Ella administraba un bar en Bosa y él era patrullero de la Policía que prestaba servicio en el aeropuerto Guaymaral, al norte de Bogotá.
Ella desapareció una noche a la salida de su negocio. Ocho días después, el 15 de enero de 2011, la joven apareció muerta.
Su cuerpo fue hallado en un paraje del sector de Arborizadora Alta, en Ciudad Bolívar. El dictamen de Medicina Legal confirmó la trágica muerte.
“La violaron, la empalaron y le quemaron su cara. La querían desaparecer para que yo nunca la encontrara”, contó la madre de la víctima.
Según la investigación, Sandra habría sido asesinada por tres hombres, uno de ellos, según la Fiscalía, su propia apreja por un aparente ataque de celos.
Este caso de feminicidio hace recordar el drama de Rosa Elvira Cely, quien apareció en las mismas condiciones en el Parque Nacional.
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