Los 208 indígenas de la comunidad embera katío residentes en Cali salieron en la noche del martes rumbo a su territorio ubicado en zona rural de Pueblo Rico, Risaralda. El traslado se llevó a cabo en cinco buses y bajo las condiciones necesarias para garantizar el cuidado de los niños diagnosticados con tuberculosis.
El retorno contó con el acompañamiento de funcionarios de la Administración Municipal de la Sultana del Valle, la Alcaldía de Pueblo Rico y la Gobernación de su departamento. El Gobierno Nacional, a través del ICBF, también participó en este proceso.
En 5 camiones dispuestos por @DESEPAZ se suben pertenecías d 208 emberas q retornan a Pueblo Rico Risaralda pic.twitter.com/HVSX3uC24m
— Paz y Cultura C. (@SECPAZYCC) May 5, 2015
Por cerca de tres años, alrededor de 41 familias embera katío vivieron en condiciones de mendicidad en diferentes residencias ubicadas en el barrio El Calvario, centro de Cali.
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De acuerdo a las autoridades, a esta comunidad indígena se le brindará todas las garantías. Los puestos de salud y colegios asignados en la vereda Docakú, territorio al que pertenecen, ya están listos para atender las necesidades de los nativos.
Pese a que Claudia Santamaría, coordinadora Nacional de Retorno y Reubicación de Víctimas, asegura que este es un gran avance, también sostiene que en Colombia los problemas de las comunidades étnicas son continuos y masivos.
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"El de los embera katío es uno de los casos más emblemáticos, en el que hemos trabajado un tiempo largo. Pero son cerca de 40 comunidades étnicas con las que en este momento estamos trabajando solo con proceso de retorno, en reparación colectiva son más de 150", señaló Santamaría.
Los embera, los wayúu y los nasa, son algunos de los grupos nativos que esta unidad atiende como consecuencia del conflicto armado en el país.