Según los usuarios del servicio público de taxis en la capital colombiana, hay varias razones por las que no calificarían a este servicio como óptimo.
Una de ellas es que en ocasiones, cuando necesitan hacer uso de este transporte, los conductores argumentan que no van a ciertos lugares o que ya van a entregar cuentas y que, por eso, no los pueden llevar.
Otra queja frecuente está relacionada con el pago de la carrera: los taxistas dicen no tener vueltas y exigen a los usuarios entregar el dinero exacto.
Ciudadanos denuncian además que algunos automóviles tienen los taximetros adulterados o no cuentan con las planillas de pagos autorizados. Así las cosas, cuando llega el momento de cobrar, piden más de lo permitido.
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El mismo gremio taxista reconoce las falencias y manifiesta que es inaceptable que algunos conductores se nieguen a prestar el servicio, o que no tengan dinero para dar cambio, pues argumentan que “esto es un negocio y se tiene la obligación de dar un buen servicio al cliente”.
Los usuarios que tengan quejas por mal servicio de taxis en Bogotá pueden interponerlas formalmente en la Secretaría de Movilidad, por medio de la línea 195.
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