Líder juvenil de la comuna 13, implicada en asesinato de jefe de seguridad de la cárcel de Cómbita

Estefanía Jiménez Restrepo, conocida como ‘la embajadora de las escaleras eléctricas’, está detenida en la cárcel El Pedregal.
Su rostro, pero sobre todo su alegría y encanto son tema de conversación en los pasillos del Concejo de Medellín, donde comenzaba prácticas de su carrera en Gestión Humana en la universidad Censa.
Pero también el infierno que está viviendo.
Estefanía, quien tiene 21 años, es acusada por la Fiscalía General de la Nación de pertenecer a la empresa de sicarios que asesinó a Luis Eduardo Millán Manrique, capitán del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) y comandante de vigilancia de la Cárcel de Alta Seguridad en Cómbita (Boyacá).
Sicarios asesinan a jefe de guardia de la cárcel de Cómbita La vida de esta joven, que fue calificada como una de las mejores personeras estudiantiles de Medellín, llamada ‘la embajadora de las escaleras eléctricas’ de la comuna 13 y que ha representado a su barrio ante autoridades locales como el alcalde Federico Gutiérrez, nacionales como el presidente Iván Duque e internacionales como el gobernador de Río de Janeiro Sergio Cabral, dio un giro dramático el 18 de junio.
Ese día, dos menores de edad a bordo de una motocicleta le dispararon seis veces al jefe de guardias de la cárcel de Cómbita y, cuando trataban de huir, fueron capturados.
Adriana Restrepo, la mamá de Estefanía, le contó a Noticias Caracol que los dos sicarios (que ya aceptaron cargos) dijeron al ser detenidos que sus cómplices iban en un vehículo negro y quien conducía era un hombre con tatuajes en los brazos.
En el auto, según la Fiscalía, iban seis personas que fueron detenidas. “Se materializaron como resultado del Plan Candado implementado por la Policía Nacional, se trata de José Manuel Pérez Valencia, Juan Pablo Velásquez Montoya, Santiago Álvarez Mesa, Estefanía Jiménez Restrepo, Sebastián Acosta Cardona y Jeffeson Cardenas Ocampo”, dijo entonces el director Seccional de Fiscalías Boyacá, Javier Díaz Villabona. Todos oriundos de la comuna 13 de Medellín.
El carro de placas IHW 468 en el que iban fue incautado, también la moto de placas AJG 98D, un casco y los siete celulares de los detenidos, entre ellos un Iphone de 64 gigas y un estuche rosado.
Estefanía, según su mamá, estaba de paseo con su novio, a quien había conocido hacía pocos meses. “Ella es inocente. Es una líder juvenil, buena. Esto tiene que ser un error”, reiteró.
El abogado Julio César Rivera, a cargo del caso de Estefanía, aseguró que ella no solo es inocente, sino que también se han presentado irregularidades tanto en el procedimiento de captura como en el de reclusión.
El jurista indicó que la detención se dio más de seis horas después del asesinato, cometido en la vía Paipa-Tunja. "La capturan seis horas después de los hechos, a las 11 de la noche, en Cimitarra, Santander, muy lejos del lugar del crimen. Al parecer interrogaron a los menores detenidos, inspeccionaron sus celulares, se dieron cuenta que estaban hablando con otras personas en un grupo de chat y a estos los capturaron. Entre ellos estaba Estefanía", explicó Rivera.
Además, denunció presuntas irregularidades en la reclusión de 'la embajadora de las escaleras eléctricas', pues teme represalias de parte de la guardia carcelaria por la muerte del experimentado director: "está en peligro la integridad de los detenidos, debe ser llevada a una cárcel no vigilada por el Inpec".
Los procedimientos de legalización de captura, imputación de cargos, por homicidio y porte ilegal de armas de fuego, y la medida de aseguramiento fueron avalados por el Juzgado Promiscuo Municipal de Cómbita luego de audiencias que se extendieron hasta el 21 de junio a la 1:51 p.m. en las que estuvieron presentes la Personería del municipio y la Procuraduría. 
Estefanía fue trasladada de una cárcel en el altiplano cundiboyacense al de reclusión de mujeres de El Pedregal, en el occidente de Medellín, muy cerca de donde ella hasta hace pocos días lideró recorridos del famoso Graffitour y de las escaleras eléctricas, de las que la llaman su embajadora. 
Tras la muerte del capitán Millán, fue separado del cargo al director de la cárcel de Cómbita y destituida la subdirectora.