La construcción del colegio Aníbal Fernández de Soto, en Suba, que empezó su construcción en 2007, dos tres años después de lo previsto, hoy está en veremos.
En Casanare, hay un hospital que, a pesar de su buen aspecto, tiene un pequeño problema: no funciona y está abandonado hace más de 10 años, pues la obra no está terminada.
Según los casanareños, la construcción se convertido en “la caja menor de los políticos de turno”.
¿Cómo acabar con los elefantes blancos?
Desde el mes de septiembre del año pasado, el Departamento Nacional de Planeación empezó a implementar una nueva veeduría, en este momento le están haciendo seguimiento a 11 proyectos de distintos departamentos como Córdoba, Santander y Chocó.
Son 11 obras de regalías, que no avanzan al ritmo que deberían, y cuyo costo supera los 35 mil millones de pesos, y podrían convertirse en elefantes blancos.
Para la Sociedad Colombiana de Ingenieros es fundamental un seguimiento: “que exista un debido control en la parte precontractual, contractual y un debido seguimiento durante la ejecución de los proyectos para que se ejecuten correctamente”, asegura la ingeniera Diana Espinosa, presidente de la sociedad.