
En la tarde de este miércoles 16 de junio, el Ejército Nacional confirmó la muerte de Sansón, el perro de cinco años de edad que quedó gravemente herido tras pisar una mina antipersonal improvisada en el departamento de Antioquia el pasado jueves 10 de julio. El animal había perdido una de sus extremidades y se debatía entre la vida y la muerte en una clínica veterinaria especializada, pero conforme pasaron los días las graves heridas empeoraron el estado de salud del canino hasta su deceso. Según información oficial, Sansón llevaba cerca de 18 meses sirviendo a las fuerzas militares en este tipo de labores para la detección de explosivos.
"Con profunda tristeza informamos que nuestro canino Sansón ha fallecido. El ejemplar antiexplosivos, ofrendó su vida salvando a más de 30 soldados en Antioquia, siendo víctima del uso indiscriminado de artefactos explosivos. Su olfato fue escudo, su valentía, ejemplo. Honor y gloria por siempre", escribió la institución militar a través de sus redes sociales.

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¿Cómo fue la explosión que dejó herido a Sansón, perro del Ejército que murió este miércoles 16 de julio?
El pasado jueves 10 de julio, alrededor de las 10:00 de la mañana, la tranquilidad de la vereda La Raya, en Yondó, se vio abruptamente interrumpida por una fuerte explosión. El impactante estruendo alertó a un pelotón de soldados del Ejército Nacional que hacía labores de reconocimiento y control territorial, poniendo en evidencia el grave peligro que representan los explosivos en la zona.
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En medio del caos, el soldado profesional Carlos Eduardo Beleño González buscaba desesperadamente a su fiel compañero: Sansón, un pastor belga malinois de cinco años, especializado en la detección de explosivos y parte fundamental del protocolo del grupo EXDE.
Arrastrándose entre la vegetación, con una de sus patas gravemente herida por la explosión, Sansón respondió al llamado de su guía. El canino había activado dicho explosivo artesanal mientras lo detectaba. Aunque lamentable, el Ejército sostiene que esta acción "salvó la vida de los 36 soldados, así como la de decenas de campesinos que transitan diariamente ese mismo sendero para movilizar su ganado".
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El reporte del Ejército sostuvo que el artefacto explosivo habría sido instalado por integrantes del Frente Édgar Amílkar Grimaldo Barón del GAO ELN, en un punto con alto flujo de civiles, lo que representa una flagrante violación del Derecho Internacional Humanitario. "Los grupos armados no miden el impacto de su intención de afectar a la tropa", dijo el guía de Sansón.
El perro fue inmediatamente llevado a una clínica veterinaria especializada, en donde tuvo que ser sometido a una cirugía en la que le amputaron su pata derecha, hecho que marcaba el final de su carrera como canino antiexplosivos, pero de ninguna manera empaña su legado. Dicho canino duró más de 18 años en servicio, sirviendo de apoyo para las labores militares en este tipo de actividades. En el lugar al que fue trasladado, duró seis días antes de morir.
El hecho provocó todo tipo de reacciones y comentarios en redes sociales: mientras que algunos valoraron el "sacrificio" del ser vivo para resguardar la vida de los uniformados que se encontraban en ese territorio, otros condenaron lo ocurrido, exigiendo a la institución militar el uso de alternativas tecnológicas que puedan evitar a futuro la muerte de estos caninos entrenados para tan arriesgadas labores.
"Las operaciones militares en el sector continúan de manera permanente, no solo para dar con los responsables de esta acción, sino también para garantizar la seguridad de los habitantes. Mientras tanto, el nombre de Sansón ya hace parte de la memoria del pelotón y del país: un héroe de cuatro patas que salvó muchas vidas", expresó, en su momento, el Ejército Nacional a través de un comunicado.
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JULIÁN CAMILO SANDOVAL
NOTICIAS CARACOL DIGITAL
JSANDOVAL@CARACOLTV.COM.CO