Viven en el barrio Santa María, de Barranquilla, donde seis casas desaparecieron por los deslizamientos que causa el desbordamiento de un arroyo.
Son por lo menos 50 familias que viven con miedo a que un alud los sepulte en cualquier momento.
Afirman que han ido con la Cruz Roja y autoridades locales, donde les han negado ayuda porque sus casas no aparecen registradas.
“No existimos en la Tierra”, es lo que sostienen les han dicho.
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“Somos unas personas de bajos recursos y no tenemos dónde estar”, dicen en medio del clamor para recibir ayuda o ser reubicadas.