Video: cortesía Policía Cali
Un par de llantos y ladridos alertaron al patrullero Juan Sebastián Rozo de que algo sucedía. El uniformado, que en la mañana del pasado domingo se encontraba de turno en el CAI del barrio Napolés, en el sur de Cali, decidió salir a verificar de dónde provenían los sonidos.
"La gente estaba parada en el puente cerca del CAI y dentro del caño de aguas negras se encontraban dos perros criollos. Yo llamé a los cuadrantes cercanos, para ver cómo podíamos sacar a los animalitos que llevaban más de una hora ahí".
Rozo y sus compañeros consiguieron un lazo y con la ayuda de la comunidad, que regaló comida para los caninos, iniciaron las labores para su rescate. "No pudimos enlazarlos y tomé la decisión de ingresar al caño, pese al peligro de una infección. Me metí al caño porque ya llevaban mucho tiempo ahí", cuenta.
El patrullero se puso unos guantes quirúrgicos y ante las miradas de varios residentes del sector, ingresó al canal de aguas negras.
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"Comencé a subir al primero, al más joven, una perrita como enrazada en labradora. La enlacé y la subí, después bajé de nuevo por el otro animalito, el cual era más viejo y tenía problemas en una pata. Nos demoramos más o menos una hora y media, porque los perros no querían acercarse a nosotros. Esperamos a que cogieran confianza, les dimos comida y pudimos rescatarlos".
Tras sacarlos del caño, alimentaron, bañaron y desinfectaron a los caninos. Como ninguno de los animales tenía hogar, Rozo optó por adoptar a la más joven, a la cual bautizó con el nombre de Canela. "Un señor que tiene una finca, se llevó al pero más viejo", dijo uniformado.
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