El religioso tuvo que ser internado en un centro médico y, por fortuna, está fuera de peligro. El paradero del delincuente se desconoce.
Los feligreses conocieron el pasado fin de semana de voz del párroco Daniel Salazar los detalles del robo sucedido en la casa cural de la iglesia Inmaculada Reina de la Paz, ubicada muy cerca del aeropuerto Olaya Herrera de Medellín y la Terminal de Transportes del Sur entre los barrios Trinidad y Santa Fe.
Los hechos, según contó el religioso a Noticias Caracol, ocurrieron el miércoles 11 de abril a eso de las 8:30 de la noche cuando el sacerdote dialogaba con un hombre que había pedido una cita para que se le escuchara en confesión.
“Perdí el conocimiento. Cuando me desperté estaba en casa de mis papás”, dijo Salazar.
Ya era viernes y sus colaboradores en la parroquia le contaron que el ladrón se había llevado algunas de sus pertenencias.
“Mi teléfono, seis relojes y algunas monedas de la ofrenda de los feligreses”, explicó el párroco.
Además, le explicaron que había tenido que ser llevado a la Clínica Las Vegas para que se le revisara qué había sucedido y qué sustancia le habían suministrado.
Aunque la parroquia anunció en redes sociales que su líder espiritual estaba fuera de peligro, solo fue hasta el domingo que la comunidad lo pudo ver, cuando retomó de lleno sus labores y ofició las eucaristías correspondientes.
El general Óscar Gómez, comandante de la Policía Metropolitana, dijo a los medios que se investiga qué sucedió con el padre, pues no fue escopolamina lo que le habría suministrado el ladrón, quien escapó.
Los relojes hurtados, dijo el padre, no son de mucho valor económico pero sí sentimental.
“Habrá dos que cuestan unos 700 u 800 mil pesos. El resto son valiosos porque, por ejemplo, hay uno que me heredó mi abuelo”, manifestó el sacerdote.
Ahora el lío es dar con el delincuente, pues la parroquia no tiene cámaras de seguridad en las que haya quedado grabado.
Foto: Parroquia Inmaculada Reina de la Paz.