Foto: Archivo.
Entre las 3:40 de la mañana del miércoles 10 y las 8:20 de la noche del jueves 11 de agosto, cuatro hombres entre los 18 y 25 años fueron asesinados en los barrios París (Bello), López de Mesa, Santander y Doce de octubre (Medellín).
Los crímenes inicialmente parecían sucesos de casos aisaldos.
Sin embargo, el Informe diario de homicidios del Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia de la Alcaldía de Medellín refiere a que los cuatro crímenes tienen un hilo conductor: una vendetta interna en la banda La oficina del Doce por causa de la desaparición de una carga de narcóticos.
El primer caso, dicen las autoridades, sucedió en la madrugada del miércoles en la carrera 72 CC con calle 20D del barrio París, en Bello. En ese lugar fue ultimado un hombre cuya identidad no pudo ser establecida. Su edad fue determinada entre los 20 y 25 años.
Pasaron 17 horas para que otra persona implicada en la pérdida de los estupefacientes, según las versiones recogidas por las autoridades, fuera baleada.
Su nombre era Luis Fernando Naranjo Álvarez, de 25 años.
Testigos del hecho dijeron a funcionarios judiciales que “este hombre se encontraba discutiendo con un sujeto en el momento en que este sacó el arma de fuego, le disparó en repetidas ocasiones y se sube a la motocicleta de una persona que lo estaba esperando. Al ver a Luis Fernando Naranjo todavía con vida, el agresor desciende del vehículo y le dispara nuevamente”.
El asesino le propinó 20 balazos a Luis Fernando, que no fue reconocido por ninguno de los habitantes del sector donde fue ultimado.
El tercer objetivo de los vengadores de La oficina del Doce fue Johan Ramírez Buriticá.
Este hombre de 21 años fue baleado en la calle 101 BB con carrera 78 del barrio Doce de octubre.
Hasta allí llegó un pistolero y le disparó en seis ocasiones cuando Johan era atendido en una barbería. Su peluquero resultó herido, pero, dicen las autoridades, está fuera de peligro.
Allegados le dijeron a las autoridades que él no tenía relación alguna con la banda que está acribillando a los sospechosos del extravió de la droga, pero era amigo de las dos víctimas anteriores, lo que habría llevado a los asesinos a quitarle la vida.
El victimario huyó junto a su cómplice en una motocicleta.
El más reciente eslabón en esta cadena de homicidios es la muerte de Marlon Yesid Valencia Londoño, atacado justo el día que cumplía los 18 años.
Él fue baleado a las 8:20 de la noche del jueves en la carrera 78B con calle 78B del barrio Santander, luego de una discusión con una persona a quien no le importaron sus súplicas.
El asesino huyó junto a otra persona, en una motocicleta, dijeron los testigos.
La droga perdida, lo que habría resultado en esta serie de asesinatos, es reclamada en el mundo del crimen para ser negociada por una plaza de vicio que se hace llamar ‘El chispero’, reseñaron las autoridades.
Updated: agosto 13, 2016 11:07 a. m.