Se habla de inexperiencia diplomática y la presunción de que cuatro países, entre ellas Rusia e Israel, trataron de manipularlo para obtener datos clasificados.
De 37 años y casado con Ivanka Trump, la hija mayor del presidente Donadl Trump, Kushner, de cara regordeta y educada sonrisa, jugó un papel central en la campaña del magnate inmobiliario antes de convertirse en un influyente pero discreto asesor de la Casa Blanca.
Hasta ahora, tenía a su alcance la información más confidencial, aunque de forma temporal.
En declaraciones bajo condición de anonimato, dos fuentes confirmaron la información del medio Político, según la cual, Jared Kushner ya no tiene acceso a la información "altamente clasificada".
El ejecutivo de Estados Unidos había decidido examinar a fondo sus procedimientos después de las revelaciones sobre otro consejero, Rob Porter, quien trabajó durante meses cerca de Donald Trump sin pasar los controles a los que deben someterse todos los que tienen acceso al ala oeste de la Casa Blanca.
La Casa Blanca, incluido el mismo presidente, rechazaron comentar la información sobre Kushner, pero insistieron en que la decisión no cambiaría su papel en la administración.
John Kelly, secretario general de la Casa Blanca, se limitó a transmitir su confianza en él en un breve comunicado.
"Como le dije a Jared hace unos días, tengo plena confianza en su capacidad para llevar a cabo sus tareas de política exterior, particularmente con respecto a nuestros esfuerzos en el proceso de paz entre israelíes y palestinos, y la cuestión de nuestras relaciones con México", escribió Kelly.
Sin embargo, esta decisión, que llega unos días antes de la visita a Estados Unidos del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, programada para el 5 de marzo, plantea la cuestión de la capacidad del yerno del 45° presidente de los Estados Unidos para llevar a cabo las negociaciones extremadamente difíciles de Medio Oriente.
Pérdida de "credibilidad"
Para Aaron David Miller, exnegociador sobre esta delicada cuestión, el riesgo proviene principalmente de la pérdida de "credibilidad" con sus interlocutores. "Saben que no se puede leer todo lo que se dice de ellos", dijo en un tuit.
Según el Washington Post, los contactos de Kushner con ciertos dirigentes extranjeros han suscitado inquietudes en la Casa Blanca. A veces actuó sin informar al Consejo Nacional de Seguridad (NSC), para disgusto del general McMaster, su director.
Algunos miembros del Ejecutivo también estaban preocupados por la influencia que tendrían algunos interlocutores extranjeros sobre "Jared" a causa de su falta total de experiencia diplomática, así como también a sus dificultades financieras y las sombras que rodean algunos de sus asuntos.
El diario mencionó en particular las preguntas de varios funcionarios de la Casa Blanca sobre la "ingenuidad" del asesor de 30 años y el riesgo de que sea manipulado por algunos de sus contactos que insisten en tratar solo con él.
Al menos cuatro países -Emiratos Árabes Unidos, México, Israel y China- habrían discutido maneras de influir sobre él, según fuentes del Post.
"¿Qué tiene que HACER Jared para ser despedido?", se preguntó el congresista demócrata Ruben Gallego.
La respuesta a esta pregunta no es clara.
La rebaja de calificación de Kushner "le da un nuevo significado al término 'vencido'", dijo el senador Richard Blumenthal, de los demócratas, en Twitter.
La medida "plantea dudas sobre sus enredos con países como China y posibles conflictos de intereses mientras tiene importantes responsabilidades en la política exterior de la Casa Blanca", aseguró Blumenthal.
Desde los primeros días de esta administración, Trump ha insistido en que no había ningún conflicto demasiado difícil de abordar para su yerno.
El nombre de Kushner también apareció en la investigación del FBI, ahora en manos del fiscal especial, Robert Mueller, sobre la posible colusión entre el equipo de campaña de Trump y Rusia.
Durante la campaña, muchos diplomáticos extranjeros aprendieron pronto a aprovecharse de él para tejer lazos con el adversario de Hillary Clinton.
Este fue, pero no exclusivamente, el caso de los japoneses, que consiguieron gracias a él la primera reunión, en noviembre de 2017, del nuevo presidente electo Donald Trump con un líder japonés, Shinzo Abe.
Una gran interrogante se planea ahora sobre el futuro político de este "yerno ideal", siempre vestido de punta en blanco.
Estalla nueva tormenta en la Casa Blanca por revelaciones de exasesor...
Updated: febrero 28, 2018 10:17 a. m.