Luego de la confirmación del primer caso de COVID-19 en la isla, autoridades advirtieron un posible colapso en atención de pacientes.
El gobernador Everth Hawkins extendió por un día más el toque de queda. Irá hasta el martes a las doce de la noche con el fin de evitar las aglomeraciones en los supermercados.
“Existimos solo dos instituciones donde ya el recurso es limitado y lo que menos queremos es colapsarlo”, afirmó Carlos Villarreal, gerente de la Clínica Villarreal.
Ante la amenaza de saturación de pacientes contagiados en el único hospital con el que cuentan los sanandresanos, el gobierno local anunció la consecución de algunos insumos médico y pidió ayuda para trasladarlos.
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“En este momento en la ciudad de Barranquilla tenemos 10 respiradores y 25 camas, aprovecho este medio para pedirle a la Fuerza Aérea que nos apoye con el traslado. Tenemos más de 5.000 kits preventivos con gel, tapabocas que están en Bogotá y necesitamos traer”, dijo el gobernador.
La principal recomendación es permanecer en casa y, si llega a presentar síntomas asociados al COVID-19, llamar las líneas habilitadas para activar el protocolo de atención en el hospital o la clínica.
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Al limitado acceso a servicios de salud se suma el desabastecimiento de agua potable, situación que se empezó a controlar con el envío de carrotanques a los hogares de los sectores más vulnerables.
La Gobernación le hace un llamado a la calma a los isleños y también a que se mantengan informados a través de los comunicados oficiales.
Si una persona presenta un síntoma asociado al coronavirus puede comunicarse a la línea 3106511341.
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