Estudio señala que dragas usadas para la extracción ilegal de oro en las zonas de Curillo, San José del Fragua y Araracuara están contaminando las aguas.
Tulisso Maeta es indígena y comerciante de Puerto Santander, Amazonas, un caserío ubicado a orillas del río Caquetá. Tiene una pesquera y ve con preocupación los datos que arrojó el estudio realizado por Parques Naturales Nacionales, Corpoamazonía y algunas universidades, en el que se analizaron 17 especies y 70 individuos que arrojaron niveles de mercurio.
Dragas sobre el río Caquetá en los municipios de Curillo, Solita y Solano extraen oro y en el proceso utilizan grandes cantidades de mercurio que cae sin ningún control al río.
“Ahora lo más crítico es este mercurio que está en el sedimento del río que está siendo modificado de su forma no reactiva y está pasando a los organismos y después a la población humana, con los posteriores efectos que esto puede tener en la salud de las comunidades indígenas que esto es uno de los problemas más grande que se está teniendo en la región”, explica Hernán García López, investigador de la Universidad de la Amazonía.
La afectación por contaminación en las especies preocupa a los indígenas, que viven del pescado como principal producto de alimentación.
Las autoridades han realizado diversos operativos contra la minería ilegal, incluso la fuerza aérea monitorea con aeronaves remotamente tripuladas los afluentes.
“Hemos desarrollado operaciones en la que hemos capturados personas que estaban desarrollando minería ilegal en Curillo, San José del Fragua, Araracuara”, explica el coronel José Antonio Polo, comandante de la base aérea Tres Esquinas.
Aseguran las autoridades que el sistema judicial es deficiente en este tipo de procedimientos debido a que cerca de un 90 % de las personas judicializadas por la minería ilegal y daño al medio ambiente quedan en libertad y reinciden.