En plena cuarentena, en medio de un servicio religioso, identificó al delincuente. Entonces, como caído del cielo, se quitó la sotana y... vean lo que hizo.
El sacerdote resultó ser un teniente coronel de la Policía que, además, trabaja como capellán de esa institución en Cartagena.
Se llama Jesús Cañizares y cumple muy bien el lema de la Policía Nacional, Dios y Patria. En estos días de aislamiento obligatorio, debido al coronavirus COVID-19, no solo celebra misas a bordo de un carro sino que sigue ayudando a vigilar la ciudad.
“Después de las 17 horas estamos saliendo a hacer nuestro apostolado con Jesús eucaristía en el santísimo sacramento en el altar, en todos los sectores de la ciudad”, relata.
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Emotiva e inesperada celebración de 15 años a jovencita en Tunja, en medio de la cuarentena Pero a él no se le olvida el entrenamiento físico que ha recibido. Luego de una eucaristía en el barrio San Fernando, el sospechoso llamó su atención.
“Iniciamos la persecución y logramos capturarlo y se encontró una pistola hechiza, un arma de fuego hechiza. Todas estas circunstancias se llevaron a cabo después de que venía de una riña y se puso a disposición este sujeto de la Fiscalía”, precisa el religioso.
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El sujeto fue identificado como alias ‘El Diablito’. Tendría que responder por los delitos de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego. Gracias a su captura, el capellán recibió un reconocimiento de sus superiores en la Tierra.
El padrecito seguirá ofreciendo la misa a domicilio, pero no le temblará la mano para ponerse el uniforme de teniente coronel y detener a los delincuentes.
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