Según la Diócesis de Caldas, Antioquia, con el ánimo de preservar la vida del párroco fue necesario disponer su salida inmediata de la población.
El sacerdote en cuestión es Raúl Mejía Valencia, quien se desempeñaba en la parroquia San Antonio de Padua del municipio Armenia Mantequilla, Occidente antioqueño.
La situación fue dada a conocer por la Diócesis de Caldas mediante un comunicado donde lamentaron las amenazas recibidas por el párroco por parte de grupos al margen de la ley, “hecho corroborado primero por las autoridades competentes y luego por reiteradas comunicaciones telefónicas”.
La diócesis agregó que la salida del religioso deja sin sacerdote a esta comunidad, hasta que cambien las condiciones y se pueda proveer el oficio vacante.
Publicidad