“Se ha desmayado varias veces y solo le echan alcohol. No lo atienden”

En medio de este escándalo, que se destapó hace casi cinco años, se denunció que los gerentes de los hospitales en Bogotá eran elegidos por compromisos políticos con algunos concejales.
Según el secretario de Salud de ese entonces, Héctor Zambrano, ellos le pedían a él o al mismo alcalde Samuel Moreno que nombrara a una persona en particular en el cargo. Luego, los cabildantes se beneficiaban con prebendas del nuevo gerente a cambio del favor de su designación.
Pero además, los funcionarios involucrados también obtuvieron millonarios contratos en los hospitales, que eran adjudicados a terceros y a firmas recomendadas.
Tras el carrusel, 14 hospitales de Bogotá estuvieron con un alto riesgo financiero. Para el 2011 alcanzaron un déficit de $235 mil millones, pero en el 2014 terminaron sin deuda presupuestal. Sin embargo, lo que las EPS deben al sistema de salud distrital es bastante: más de $834 mil millones.
Al hospital San Ignacio, por ejemplo, las entidades le adeudan $60 mil millones.
La mayoría de sus pacientes pertenecen al régimen contributivo, por sus camas pasan más de 2 mil personas y practica alrededor de mil cirugías en un mes.