En riesgo de quedar sin suministro de gas natural permanecen más de un millón de usuarios en el Eje Cafetero, Valle y el Cauca, por una afectación en un tramo del gasoducto Mariquita - Cali.
A través de un comunicado, la empresa Gases de Occidente, que surte de gas natural al departamento del Valle y el norte del Cauca, advirtió que se presentará una restricción del servicio de gas natural en el suroccidente del país en los próximos días, afectando a más de 1.300.000 usuarios.
“Esto afectará a los mercados comercial, industrial, residencial y a las estaciones de servicios de gas vehicular”, manifestó Néstor Consuegra, gerente técnico de Gases de Occidente.
La hora de suspensión del servicio es incierta, pues según la empresa Gases de Occidente la restricción depende de las condiciones operativas en el tramo del gasoducto afectado e iniciaría una vez se agoten las reservas de gas con las que cuenta hoy este sistema.
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Néstor Consuegra recalcó que “se les recomienda a los usuarios residenciales y comerciales hacer uso racional del gas natural, a las industrias prepararse con combustibles alternos para su producción, mientras que las estaciones de gas vehicular deben informar a sus usuarios sobre la movilización de los vehículos con otro tipo de combustibles”.
En las estaciones de servicio de gas vehicular, los taxistas ya están haciendo cuentas, advierten que un corte les golpearía gravemente el bolsillo
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“No, de un momento a otro cerraron las bombas y dicen que no hay gas. Eso nos perjudica porque eso es un 40%, 50% más en gastos para nosotros”, dijo el taxista Henry Erazo. La empresa también indicó que desde que fueron notificados de la afectación del tramo del gasoducto Mariquita – Cali ha adelantado acciones contingentes como la suspensión de la demanda no esencial.
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Fenómeno de El Niño: ¿hay realmente riesgo de apagón en Colombia?
Para algunos expertos, la llegada del fenómeno de El Niño es preocupante frente a la necesidad de cumplir con la demanda de energía. Incluso, lo han llegado a comparar con el apagón de marzo de 1992. No obstante, el Gobierno nacional aseguró que, aunque hay posibilidad de sequía, no existe riesgo de racionamiento.
Precisamente, en 1992 en Bogotá se vivieron apagones de hasta 9 horas y en San Andrés hasta de 18 horas. Pese a que el Gobierno nacional recalcó que este escenario es lejano, algunos gremios dijeron que se debe hacer todo para evitar un panorama similar, pues la realidad de hace 30 años no es tan diferente a la de 2023.
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Según Amylkar Acosta Medina, exministro de Minas y Energía, el detonante de la crisis de 1992 fue un fenómeno de El Niño “que se prolongó en el tiempo y además con una alta intensidad. El país en ese momento dependía, en más del 80% de su generación de energía, de las plantas hidroeléctricas”.
Por su parte, Sandra Fonseca, directora ejecutiva de Asoenergía, puntualizó que hay “una estrechez en la oferta pues hay retrasos en los proyectos de generación y transmisión y la demanda crece a ritmo acelerado. De tal manera, no tenemos una gran capacidad de reserva en términos de energía y eso nos hace vulnerable”.
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Otros expertos señalan que el sistema energético de Colombia es robusto y con inversión, pues fue capaz de superar las sequías de 2015 y 2016.