Dos familias que habían invertido sus ahorros para abrir un local en La Candelaria lo perdieron todo, incluso antes de abrir, por cuenta de bandidos que se colaron en las marchas pacíficas.
En un momento hubo desórdenes y fue cuando los desadaptados rompieron puertas para poder meterse y llevarse cada cosa que encontraron.
“Me robaron, me vandalizaron, me destruyeron todo. Entraron en bandada, robando y quitando”, lamentó Armando Vanegas, el emprendedor del negocio vandalizado.
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Como no pudieron llevarse las pesadas máquinas procesadoras de alimentos, decidieron romperlas y huir con las piezas y repuestos. Se llevaron “la dotación, suministros, equipos, computadores, televisores”, agregó el comerciante.
También tenían el dinero para pagar a los proveedores de alimentos el día de la inauguración.