Jorge Castaño, superintendente financiero, informó que se emitió una norma que “permite a todos los deudores del sistema, en todas las modalidades de crédito, poder redefinir las condiciones de sus créditos a quienes hayan visto afectados sus ingresos por el COVID-19”.
Tiene dos beneficios: uno está asociado al tamaño de la cuota de crédito, que debe disminuir, y el otro tiene que ver con la tasa de interés, que debe ser la inicialmente pactada.
Además, habrá nuevos periodos de gracia para los pagos, “sin capitalización de intereses ni cobro de intereses sobre conceptos diferentes”, dijo el funcionario.
Las medidas se mantendrán durante toda la vida del crédito, agregó.
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Los interesados podrán redefinir sus créditos entre el primero de agosto y el 31 de diciembre de 2020.
Para aquellos empresarios que han tenido que enfrentar la quiebra hay normas especiales.
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“Se les flexibilizan los estándares de acceso a información, la posibilidad de tramitar nuevos créditos, la calificación de sus condiciones, que va a promocionar y aliviar el costo de financiación de las empresas”, explicó Castaño.
“Hay que ser conscientes, es la nueva realidad económica y hacia allá tenemos que movernos, entre equilibrio de deudores y acreedores”, enfatizó.