La libretista de la serie revela que, de la mano de historiadores y psiquiatras, estudió a fondo la personalidad del Libertador para construir el personaje.
Después de ‘La niña’ y de muchas producciones que hablan de nuestro tiempo, Juana Uribe se lanzó a la tarea de tejer una historia con las voces de otros tiempos: ‘Bolívar, el hombre, el amante, el libertador’.
“Me tocó sentarme a aprender para poder contar. Es darles voz a esos personajes, es muy raro porque son personajes que no sabemos cómo hablaban. No tenemos una referencia, hay referencias que son sacadas de cartas, de actas. Pero es obvio que las personas no hablan como escriben. Menos en esa época, que era mucho más formal. Entonces primero fue tomar esa decisión, lo hicimos con Dago, de hablar normal, de no hablar con un español arcaico, o un español antiguo ni con modismos que no usemos hoy en día”, señala Uribe.
Reconstruir batallas y emboscadas es una tarea ardua y maratónica, pero construir el carácter de un personaje trasciende el vestuario y la acción. Es ponerle un traje al alma.
Publicidad
“Aparte de un historiador, primero, y luego una historiadora, estaba sentado con nosotros un psiquiatra y psicoanalista que me ha ayudado en los últimos proyectos y con quien lo que hacemos es un ejercicio de lo que hizo el personaje y su entorno y construir desde su psicología. Y eso fue lo que hicimos con Bolívar y quienes lo rodearon”, añade la libretista.
Y agrega: “Hay que entender a ese niño que comienza a tener toda esa cantidad de pérdidas desde que pierde a su papá a los 2 años, a su mamá a los 9, luego su gran profesor Simón Rodríguez y todos sus referentes…luego se enamora y pierde a su mujer. Cómo eso va formando ese carácter que nosotros después conocemos como el Libertador”, explica.
Publicidad
Bolívar, más que un hombre, un amante y un libertador, es un momento histórico. Para Juana Uribe eso había que tenerlo claro: Bolívar en contexto.
“Hay un momento en que se dice que fue un dictador y claro que cuando llega a ese punto efectivamente él se declara dictador. Pero tratamos de entender qué era lo que pasaba. Entonces es ir y ver qué significaba ser dictador para la época, entender que era una figura jurídica que existía y a la cual él se acogió porque había una situación inmanejable donde suspendía por un momento lo que estaba pasando. Entonces se declaraba dictador para después volver a lo otro. Y no hay que verlo como el dictador que hoy conocemos”, indica Uribe.
Y a la historia de un proyecto libertario, se suma la historia de un seductor.
“Toma esa decisión de no volverse a enamorar después de perder a su mujer, después de tener un amor tan profundo. Y él nunca las engañó, nunca les prometió nada distinto a un amor temporal y pasajero y él seguir con lo suyo. La que se quiso embarcar en eso hacia la nada… pero no era un embaucador. Era un gran seductor, no se le resistían porque tenía una labia y gran capacidad. Y era como ver un rock star, era un tipo que estaba más adelante de todos”.
Publicidad
Pegada a la historia y alejada de las tentaciones de la ficción, Juana Uribe tejió después de meses de estudio y del aporte de un equipo de investigadores, la semblanza del hombre, del amante y del libertador.
Vea también:
Publicidad
Los secretos detrás del rodaje de ‘Bolívar’, la producción más ambiciosa del Canal Caracol