El pasado 26 de diciembre se cumplieron 50 años del estreno de la película de terror El exorcista, dirigida por William Friedkin, la cual revolucionó el mundo del cine de miedo con la historia de una pequeña niña que es poseída por un ente maligno.
La cinta de terror no solo causó pánico y desmayos a las personas que acudieron a su estreno, sino que también dejó en la memoria de todos lo que la han visto importantes personajes y lugares que todavía generan intriga y algo de escalofríos.
Uno de esos emblemáticos lugares son unas escaleras. Confiando en que, 50 años después, ninguno de estos datos sea un spoiler, este lugar es recordado por las personas por ser el escenario en el que el sacerdote Damien Karran muere trágicamente luego de que se lanzara por ellas al ser poseído por el demonio.
Una escena que marcó a muchos fanáticos del terror, que todavía recuerdan ver caer al religioso, dejando varias marcas de sangre y terminando en el piso sin vida.
Pues bien, las escaleras no fueron producto de un estudio, existen y se han convertido en el atractivo turístico de muchos curiosos y protagonistas de mitos urbanos sobre algunos momentos aterradores.
Las estrechas gradas están ubicadas en el barrio de Georgetown, en Washington DC, y aunque este no es un sitio al que los turistas suelan ir por gusto, los fanáticos del cine y de El exorcista sí lo consideran un infaltable en sus viajes. Son en total 75 escalones en los que, en ocasiones, algunos vuelven a pintar las marcas de sangre para tomarse fotos.
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Desde el año 2015, cerca a las escaleras, en la esquina entre Prospect St NW y 36th St NW, se encuentra una placa conmemorativa en la que se rinde homenaje a una de las grandes películas de terror que marcó todo un precedente para el género cinematográfico.