Preocupados por temas como el alcoholismo, la drogadicción y la fornicación, estos sacerdotes se armaron de fe y de varios litros de su medicina espiritual.
En el día nacional de la sobriedad en Rusia, sacerdotes ortodoxos se subieron a un avión, para sobrevolar la ciudad de Tver. ¿Su misión? Lanzar 70 litros de agua bendita para alejar los demonios que amenazan a sus habitantes.
El video, publicado por un canal local de televisión, se viralizó rápidamente en las redes sociales, donde la acción de los religiosos dividió opiniones. Un acto de fe, dijeron algunos; una insensatez, replicaron otros.
Lo cierto es que lograron que su mensaje le diera la vuelta al mundo: agua bendita para limpiar de pecados y vicios como el alcohol, las drogas y el sexo.
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