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El menor, que tiene 8 años, se resbaló de una silla y su papá alcanzó a agarrarlo. Un salto de fe fue necesario para evitar la tragedia.
El hecho ocurrió en un resort para esquiadores en Vancouver, Canadá.
De acuerdo con el papá, por un resbalón este pequeño terminó colgando de una de las sillas que se utilizan para subir a la Grouse Mountain.
Mientras él luchaba por sostener a su hijo, un grupo de jóvenes usó una malla y una espuma para que el niño tuviera un punto a donde caer.
“Estaba agitado y muy asustado”, le contó James Macdonald, uno de quienes acudió al rescate, a CNN.
Al final, el menor se armó de valentía y saltó; su caída no tuvo percances, por lo que salió ileso y todos los ‘rescatistas’ celebraron con un grito de júbilo. Además, les dieron un pase extra para esquiar.
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