“Pensé que era fácil y practiqué en el colegio”, dijo la pequeña de 10 años que causa admiración. Su historia inspira a muchos otros chicos.
Sara Hinesley cursa tercero en un colegio de Frederick, Estados Unidos, y su imagen ahora recorre el mundo pues acaba de convertirse en la ganadora del Nicholas Maxim 2019, un concurso de caligrafía que reconoce a estudiantes con capacidades diferentes.
“Nunca he escuchado a esta pequeñita decir: ‘no puedo”, le contó Cheryl Churilla, profesora de la niña, a NDTV.
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Sarah nació sin manos, pero escribe sosteniendo el lápiz entre las puntas de sus brazos. Su letra en cursiva es calificada como “una maravilla”. De ahí que ganará el concurso nacional.
“Me siento orgullosa y espero que otros que tienen desafíos aprendan de mí”, afirmó la pequeña tras recibir su premio, así como 500 dólares.
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Aunque en algún momento sus padres pensaron en conseguirle unas prótesis a Sarah, ahora están convencidos de que no la necesita.