Decenas de filosos dientes, extremidades como alas y una cabeza estirada hicieron que la mujer que lo encontró se cuestionara si es de este mundo.
Hanna Mary y su mamá caminaban por la playa de Cantenbury mientras recogían basura tras una tormenta. “Primero pensé que era una lámina de plástico. Lo saqué de debajo de unos palos y era algo más”, dijo la mujer al diario nzherald.com .
La mujer lo llevó donde un taxidermista, quien a primera vista no se atrevió a dar un parte sobre la identidad de la criatura. Decidieron subir las fotos a Facebook para poner a consideración de algún experto.
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Después de teorías locas y conspirativas, finalmente fue el doctor Malcolm Francis quien dio el dictamen correcto: se trata de un dipturus nasutus masculino o Zearaja nasuta, un pez con apariencia similar a una raya.
Uno de los rasgos más curiosos y a la vez determinantes son las espinas que tiene en la punta de las aletas, pues solo crecen en machos, que los usan para aferrarse a sus parejas en el momento del apareamiento.
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