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¿Sabía que existe una palabra en español que se puede pronunciar, pero no escribir?

Esta palabra se pronuncia con claridad, pero que no puede escribirse correctamente, según las normas ortográficas vigentes del español. Le contamos cuál es.

¿Cuál es la palabra en español que no se puede escribir?
¿Cuál es la palabra en español que no se puede escribir? -
Unsplash - Getty Images

El español, también conocido como castellano, es una de las lenguas más habladas del planeta. Forma parte de la familia de lenguas romances, derivadas del latín vulgar, y ha evolucionado a lo largo de los siglos hasta convertirse en un idioma con una estructura gramatical compleja, una fonética rica y un léxico en constante expansión. Según datos del Instituto Cervantes, el español es la segunda lengua del mundo por número de hablantes nativos, solo superada por el chino mandarín. Se estima que más de 500 millones de personas tienen el español como lengua materna, y si se suman quienes lo hablan como segunda lengua o lo están aprendiendo, la cifra supera los 590 millones de hablantes en total.

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El español es idioma oficial en 21 países, entre ellos España, México, Colombia, Argentina, Perú, Chile, Venezuela, Ecuador, Guatemala, Cuba, Bolivia, República Dominicana, Honduras, Paraguay, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Uruguay, Guinea Ecuatorial (en África) y Puerto Rico (territorio estadounidense). Además, tiene una presencia significativa en Estados Unidos, donde millones de personas lo utilizan diariamente, aunque no tenga estatus oficial a nivel federal.

Aunque existe una norma culta reconocida por la Real Academia Española (RAE) y las academias asociadas, cada país y región aporta particularidades léxicas, fonéticas y sintácticas que enriquecen el idioma. Esta diversidad, sin embargo, no impide la comprensión mutua entre hablantes de distintas zonas geográficas.

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No obstante, surgen fenómenos curiosos que llaman la atención tanto de hablantes como de estudiosos del idioma. Uno de ellos es la existencia de una palabra que puede pronunciarse, pero no puede escribirse. Este enigma ha generado debates, reflexiones y hasta malentendidos.

¿Qué palabra en español se puede pronunciar pero no escribir?

En español, existe una forma verbal que puede ser pronunciada con claridad, pero que no puede escribirse correctamente según las normas ortográficas vigentes. Se trata del imperativo del verbo “salirle”, específicamente la forma “sal-le”, que resulta de la combinación del imperativo “sal” (segunda persona del singular del verbo “salir”) con el pronombre enclítico “le”.

Esta construcción se utiliza en expresiones como “sal-le al paso” o “sal-le con argumentos”, donde se indica que alguien debe salir al encuentro de otra persona o responderle. Aunque la pronunciación es clara y común en el habla, la escritura presenta un problema ortográfico: la secuencia “salle”, que resulta de unir “sal” y “le” sin guion, no representa adecuadamente la pronunciación esperada y puede confundirse con una palabra distinta o inexistente.

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La dificultad radica en que, desde 2010, la RAE dejó de aceptar el uso del guion para unir pronombres enclíticos a formas verbales en el español estándar. Por lo tanto, escribir “sal-le” con guion no es correcto según la norma actual. Al mismo tiempo, escribir “salle” como una sola palabra genera ambigüedad fonética, ya que podría pronunciarse como “/sá.lle/” o “/sá.ye/”, dependiendo del yeísmo del hablante, lo cual no refleja fielmente la intención comunicativa.

La Fundación del Español Urgente (Fundéu), en colaboración con la RAE, ha explicado que el sistema ortográfico del español no cuenta con recursos adecuados para representar la secuencia fónica de dos letras “l” seguidas en este contexto. Esto genera un vacío normativo: la forma se puede pronunciar sin dificultad, pero no se puede escribir de manera correcta y aceptada por la norma culta.

Este caso no es único en la lengua española, pero sí es uno de los más notorios. Representa una excepción que pone en evidencia los límites del sistema ortográfico frente a la flexibilidad del lenguaje oral. En la práctica, los hablantes resuelven esta dificultad utilizando otras construcciones, como “sal a su encuentro” o “sal con argumentos”, que evitan el uso directo del pronombre enclítico “le” en posición posverbal.

ÁNGELA URREA PARRA
NOTICIAS CARACOL