David Vélez nació en Medellín, creció en San José de Costa Rica y se hizo millonario en Sao Paulo, Brasil. Tenía 30 años y montó un banco sin oficinas ni billetes sino con pura tecnología y buen rollo, hoy tiene casi 90 millones de clientes entre Brasil, México y Colombia, con su éxito creció también su fortuna y también su compromiso filantrópico. Con chequera en mano ya empezó a donar más de la mitad de su fortuna que llega a los $8.100 millones de dólares. Los Informantes hizo cuentas con el colombiano más rico del mundo.
“Nos sentimos antibanco cuando uno piensa en una concepción de banco tal vez ya más atrasada, tal vez ya de hace 10 años que era la concepción que veíamos cuando empezamos donde existía ese sistema que no pensaba en el cliente, que se había olvidado de que tenía un consumidor, productos muy complejos, donde los bancos utilizaban esa complejidad para que el cliente pagará más comisiones, más tarifas y delante de ese sistema nos sentimos el antibanco”.
Y sí que lo es, David Vélez es un antibanquero, apareció en escena y explotó el sistema, ahora con apenas 42 años y una fortuna de $8.100 millones de dólares y creciendo es también el colombiano más rico del mundo, un filántropo, un descomunal emprendedor y un ácido crítico de la educación tradicional. “¿Usted se siente cómodo con el título de antibanquero? De algún lado sí me siento cómodo, si tú caminas por aquí donde estamos esto no parece un banco, te parece una empresa de tecnología”. Estamos en una de las sedes de Nubank, la criatura creada por David Vélez aquí en Sao Paulo, Brasil, la capital financiera de América Latina. Su historia es también la de un trotamundos y empezó en Medellín de donde es oriundo.
“Medellín estaba en una situación tan complicada, mis papás toman la decisión de que era mejor salir e irnos a buscar otro lugar para vivir y después de considerar varias opciones pensaron en Costa Rica”. Se puede decir que allá le picó el bicho del emprendimiento viendo el ejemplo de sus tíos empresarios y de su padre. “Mi papá siempre tuvo ganado y los 12 años lo convencí de que me que me comprara una vaca y esa fue la primera inversión. Le compro la vaca a mi papá y esa vaca son se vuelven dos vacas y las dos vacas son cuatro vacas y a los 18 años, 19 años, cuando me voy para la universidad ya puedo vender todas las vacas que tenía y terminó siendo un buen negocio”.
Publicidad
Esa fue su primera inversión que terminó siendo el trampolín financiero para ir a estudiar en Estados Unidos. David Vélez Osorno es hoy el colombiano más rico del mundo, según la revista Forbes, es dueño de Nubank, un banco sin billetes y donde toda la operación es completamente digital y eso no es lo más impresionante, lo sorprendente es el compromiso de donar, en vida, al menos la mitad de su fortuna para a la educación. La filantropía de un antibanquero generoso.